Ministra Ríos Farjat: elección no asegura “pureza” de jueces

SCJN

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En el marco del asalto oficialista contra el Poder Judicial, Margarita Ríos Farjat, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), expresó con toda claridad que la elección directa de los jueces no garantiza su pureza y se manifestó a favor de que prevalezcan el mérito y la independencia.

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y los legisladores morenistas apresuran el paso para concretar el Plan C, que es colonizar el Poder Judicial por la elección directa de jueces, magistrados y ministros, estos empiezan a manifestar su puntos de vista de manera cada vez más clara.

De esa forma, este jueves Ríos Farjat publicó en Milenio un artículo titulado “Nuevos jueces”, en el que, mediante la descripción de un concurso hecho por el Consejo de la Judicatura Federal para designar jueces de Distrito, rompe lanzas a favor del mérito y la excelencia, que no la popularidad, en la definición de esos cargos.

Tras describir el riguroso proceso de selección de los nuevos jueces, la ministra afirma que “la Judicatura Federal se ha preparado bajo estándares éticos y no de popularidad”, del mérito, del que dice que “no se compra, no se patrocina, no se doblega”.

Sobre ese tema cita a su colega Javier Laynez Potisek: “Es a través del mérito que la jueza o el juez garantizan su independencia en el desempeño de su encargo”.

“Claro, cuando un alma está podrida, siempre da señales, sin importar dónde esté ni cómo haya llegado al cargo. La elección directa no garantiza en lo más mínimo la pureza de jueces. Al contrario, actualmente por lo menos se tutela el derecho humano de la población a contar con una Judicatura independiente y profesional”, escribió la ministra en Milenio.

Remató esa idea al decir que si se cambia ese paradigma, “de que la justicia federal no se imparta por jueces electos por exámenes de oposición o por colaboración entre poderes, más digno de encomio será el haber vencido en un sistema que privilegiaba el mérito y la independencia”.

En un sentido muy realista en la actualidad, al que Ríos Farjat describe como “entorno de incertidumbre y cultivado descrédito”, anota que  vale “la pena procurar la excelencia para el bien de los demás, incluso en épocas en donde procurar ese bien parezca solo cosechar ingratitud”.

Y Ríos Farjat planta con profundidad una banderilla en el corazón del Plan C: “Es importante tener claro que no realizamos nuestra vocación buscando agradecimiento, como tampoco popularidad”.

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