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En una decisión inédita el presidente electo Jon Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris, que asumen sus cargos el 20 de enero de 2021, han nombrado a solo mujeres como responsables de la comunicación de la Casa Blanca.

Es la primera vez que, en Estados Unidos, y seguramente en cualquier otro país del mundo, que ocurre esto. En el anuncio, el pasado 29 de noviembre, a cargo del equipo Biden-Harris se dijo: “Estas comunicadoras calificadas y experimentadas aportan diversas perspectivas a su trabajo y un compromiso compartido para reconstruir mejor este país”.

En esa ocasión Biden sostuvo que “comunicarse directa y verdaderamente con el pueblo americano es uno de los deberes más importantes de un presidente, y a este equipo se le confiará la tremenda responsabilidad de conectar al pueblo americano con la Casa Blanca”.

Y Harris, que fue más precisa, añadió que el “país se enfrenta a desafíos sin precedentes, desde la pandemia del coronavirus hasta la crisis económica, pasando por la crisis climática y un ajuste de cuentas largamente esperado por la injusticia racial”.

Y que “para superar estos desafíos, necesitamos comunicarnos de manera clara, honesta y transparente con el pueblo estadounidense, y este equipo experimentado, talentoso y que rompe barreras nos ayudará a hacerlo”. 
La decisión de Biden y Harris, en una sociedad polarizada, fue traer al área de comunicación, que resulta estratégica para todos los gobiernos, la perspectiva de un grupo de experimentadas comunicadoras.

Se espera que la sensibilidad de estas profesionales, como se demostró en el manejo de la pandemia a nivel mundial, ofrezcan algo nuevo y original desde una perspectiva de género que mucho puede aportar.

Para quienes trabajamos en el campo de la comunicación gubernamental va a resultar interesante ver cómo se restablece la tarea de portavoz y de la oficina de la Casa Blanca destruidas por la manera de hacer política y comunicarse del presidente Trump.

Y también cómo la sensibilidad y la perspectiva de género de estas profesionales de la comunicación articulan la estrategia, la desarrollan y ejercen el papel de portavoz de la presidencia de ese país.  El equipo está integrado por:

Kate Bedingfield, ahora directora de Comunicaciones de la Casa Blanca. Fue subdirectora de campaña y directora de comunicaciones de la campaña Biden-Harris en las pasadas elecciones. Se desempeñó como directora de comunicaciones del vicepresidente Biden y como directora asociada de comunicaciones, subdirectora de Asuntos de Medios y directora de Respuesta en la Casa Blanca cuando Biden fue vicepresidente de Estados Unidos, durante el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).

Jen Psaki, ahora secretaria de Prensa de la Casa Blanca. Durante la Administración Obama y Biden (2009-2017) ocupó, entre otros cargos, el de: directora de Comunicaciones de la Casa Blanca; portavoz del Departamento de Estado cuando fue secretario John Kerry; subdirectora de Comunicaciones de la Casa Blanca, y subsecretaria de Prensa de la Casa Blanca durante la crisis financiera del 2009.

Ashley Etienne, ahora directora de Comunicaciones de Kamala Harris. Fue asesora en la campaña de Biden-Harris. Fue directora de Comunicaciones y asesora de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi, la primera mujer y persona de color que ocupó el cargo.

Symone Sanders, ahora asesora y portavoz de la vicepresidenta Harris. Fue asesora en la campaña electoral de Biden y Harris. En 2016 se convirtió en la secretaria de prensa presidencial más joven mientras trabajaba en la campaña presidencial del senador Bernie Sanders.

Elizabeth E. Alexander, ahora directora de Comunicaciones de Jill Biden, la primera dama. Fue asesora en la campaña de Biden-Harris, y secretaria de prensa de Biden durante los primeros años de la administración de Obama.

Karine Jean-Pierre será la secretaria de Prensa Adjunta Principal, y Pili Tobar, la subdirectora de Comunicaciones de la Casa Blanca.

El tuit de Psaki, ahora secretaria de Prensa de la Casa Blanca, dice mucho: “​Este es un equipo de algunas de las comunicadoras más talentosas y luchadoras que hay. Que también son todas mujeres, el equipo más diverso de la historia y también seis madres de niños pequeños”. Hay algo nuevo y bien distinto. Habrá que dar seguimiento a su trabajo.

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