febrero 23, 2025

Recomendamos: 2 de octubre. Aquella tarde en Tlatelolco, por Héctor Aguilar Camín

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Luis González de Alba, in memoriam

La corrección que necesita nuestra memoria del 2 de octubre no es solo restituir algunos hechos, sino llenar con hechos comprobados varias lagunas históricas. La mayor de esas lagunas quizá sea qué pasó exactamente aquella tarde, por decisión, intervención y responsabilidad de quién.

La versión gruesa al uso es que el Ejército avanzó sobre la plaza disparando y sembrando el terror a partir de que un helicóptero dejó caer una bengala. Una versión más refinada describe un tiroteo venido del rumbo del edificio Chihuahua, desde donde hablaban los líderes del mitin, y al Ejército respondiendo la agresión.

La versión presencial más rigurosa pertenece a Luis González de Alba, líder del movimiento, quien vio actuar a metros de él al Batallón Olimpia, que disparaba del edificio Chihuahua hacia la plaza, pero que entró en pánico cuando descubrió que el Ejército también les disparaba, por lo que se desgañitaron inútilmente, identificándose ante sus agresores: “Batallón Olimpia, no disparen” (el relato en Tlatelolco, aquella tarde. Cal y Arena, 2026, p. 19 y ss).

Lo que sugiere Luis no es la operación perfectamente sincronizada por el gobierno, que describieron Julio Scherer y Carlos Monsiváis en Parte de guerra, sino todo lo contrario: “la absoluta desorganización, la falta de mandos, la enorme confusión entre los primeros agresores, de civil, y la tropa regular, de verde” (Ibid. p. 10).

Más información: http://bit.ly/2IFgZUt

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