Durante su breve participación en la Cumbre de Líderes sobre el Clima, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en su “propuesta” de que Estados Unidos financie su fallido programa “Sembrando Vida” en Centroamérica y, a pesar de los elevados índices de fracaso, aseguró ante 40 líderes mundiales que es “el esfuerzo más grande de reforestación en el mundo”.
Sin embargo, este “esfuerzo” tiene graves fallas de ejecución, control y resultados, lo cual el presidente no mencionó en la Cumbre.
En enero de este año, la Secretaría del Bienestar dio a conocer que, tan solo en 2019, el programa tuvo irregularidades graves, como pagos sin evidencia documental, tarjetas bancarias no entregadas y gastos superiores al número de beneficiarios, anomalías que ascienden a 402.2 millones de pesos. Asimismo, la Coneval informó, en septiembre de 2020, que este programa carece de indicadores claros para medir resultados, lo cual hace imposible saber si es exitoso o no. Sin embargo, para el presidente López Obrador, este programa es sumamente exitoso, debido al elevado monto presupuestal que se le destina, sin que haya evidencias de que cumple sus objetivos: reforestar eficazmente.
Con todo ello y a pesar de que la víspera el presidente Joe Biden rechazó la propuesta del presidente mexicano, que incluye pedir al vecino país dinero y la entrega de visas de trabajo y residencia en Estados Unidos a ciudadanos centroamericanos que participen en el programa, AMLO volvió a insistir, esta vez frente a los líderes mundiales presentes en la reunión.
Pero no fue el único mal paso del presidente: mostró además descortesía, ya que sólo se conectó a la reunión en la inauguración y cuando fue su turno de exponer. Como la Cumbre coincidió con la hora de su conferencia mañanera, le dio prioridad a ésta.
El tiempo restante, fue el canciller Marcelo Ebrard quien estuvo representando a México.
Durante su participación, de menos de cinco minutos, AMLO intentó lavarle la cara a su gobierno, en lo relativo al cuidado medioambiental:
“Empiezo explicando que, aunque hemos descubierto tres grandes yacimientos de hidrocarburos, el petróleo que estamos descubriendo se destinará, básicamente, a cubrir la demanda de combustibles del mercado interno y se acabará con la práctica de exportar crudo, petróleo crudo, y comprar gasolinas. De esta forma, ayudaremos a evitar el uso excesivo de combustibles fósiles”. Dijo esto a pesar de que su gobierno da prioridad máxima a la construcción de una nueva refinería y ha desestimado completamente la producción de energías limpias, tanto eólica como solar.
También quiso salir al paso de las intensas críticas internacionales que su gobierno ha recibido por la nueva Ley de la Industria Eléctrica, y por el incremento que se ha registrado en su gobierno en el uso de combustóleo y carbón para producir electricidad:
“Estamos modernizando nuestras plantas hidroeléctricas para reducir el uso de combustóleo o carbón en la producción de electricidad. La energía que se produce con agua es limpia y barata, de ahí que hemos decidido cambiar turbinas antiguas con equipos modernos. Nos permitirá cambiar el agua de los embalses para producir más energías sin construir nuevas presas y sin causar afectaciones”, dijo.
Y en seguida, insistió:
“Ustedes, presidente Biden, podrían financiar el programa “Sembrando Vida” en Guatemala, Honduras y el Salvador. Tomemos en cuenta que con 4 millones de hectáreas de árboles se absorben 70 millones de toneladas de dióxido de carbono por año”.
Lo que AMLO no dijo es que “Sembrando Vida”, uno de sus programas favoritos, es también uno de los que mayor fracaso registra. En efecto, se están sembrando millones de árboles, pero el problema es que la gran mayoría de ellos mueren. Además, tal como ha documentado la prensa, en grandes zonas está provocando deforestación, ya que se pide a los agricultores que “despejen” las zonas para poder sembrar árboles. Ello ha implicado el corte y/o quema de árboles en plena jungla chiapaneca y yucateca.
El 8 de marzo pasado, el diario Reforma publicó que según el World Resources Institute, una organización ambiental sin fines de lucro que ha trabajado con el gobierno mexicano para monitorear los resultados de Sembrando Vida “el programa pudo haber causado la pérdida de casi 73 mil hectáreas de cobertura forestal en 2019, su primer año completo, según un estudio basado en imágenes de satélite”. Agregó que “en solo una aldea de Campeche, más de dos tercios de los participantes del programa habían talado el bosque para poder participar, según un participante”.
Luego de la inauguración, AMLO se desconectó de la reunión virtual para proseguir con su conferencia de prensa mañanera. “Nos va a representar en la Cumbre Marcelo Ebrard”, dijo ante los reporteros.
El vocero de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, le avisó del momento en que le tocaba participar. Fue entonces cuando se conectó de nuevo e hizo sus propuestas para las cuales el gobierno de Estados Unidos anticipó, desde el día anterior, una respuesta negativa, puesto que señaló que nada tiene que ver cambio climático con migración.