La comunicación política del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, si bien es eficaz y marca la agenda de la mayor parte de los medios de comunicación, se inserta más en el terreno de la propaganda que en el de la información y la rendición de cuentas, consideró Marco Levario Turcott, director de la revista etcétera.
Al participar en una mesa especial en la segunda emisión del noticiero Así las Cosas, conducido por Carlos Loret de Mola, expuso que las conferencias de prensa matutinas del mandatario, no cumplen a cabalidad con el objetivo de ofrecer datos a la población o de constituir un ejercicio de intercambio de puntos de vista con los representantes de la prensa. Cuestiono que hasta ahora, la complacencia mostrada por varios de ellos, donde la nota son las ocurrencias del presidente.
Abundó que siempre es deseable una relación de un gobernante con el conjunto de los medios de comunicación, pero el hecho de hablar hasta dos horas seguidas, no es sinónimo de sustancia. Aclaró que tampoco era funcional el modelo de gobiernos anteriores, como el de Enrique Peña Nieto donde se evadía casi por completo a la prensa y sólo ocasionalmente se organizaba una serie de entrevistas a modo.
Por su parte, Sebastián Ramírez, colaborador del programa La Tanqueta, que se transmite por YouTube, consideró que ningún presidente de México se había atrevido a comparecer ante la prensa todos los días, resistiendo todo tipo de preguntas, incluso absurdas. Desde su punto de vista, es la prensa tradicional la que no ha sabido adaptarse a la dinámica que ha trazado un extraordinario comunicador político como López Obrador.
Respecto a los nombramientos en los medios públicos, Levario Turcott destacó que en el caso de Aleida Calleja y Gabriel Sosa Plata, se trata de académicos con una sólida trayectoria y experiencia en medios que pueden hacer un buen trabajo; en el caso de Jenaro Villamil, expuso que en más de una ocasión ha incurrido en faltas éticas como difundir información falsa o difamatoria, además de que no tiene la independencia que se requiere respecto del poder presidencial.
Por otra parte, consideró que ya es una primera mala señal el hecho de que tanto en el Canal 11 como en el 22, hagan enlaces para transmitir casi íntegra la conferencia de prensa de López Obrador. Subrayó que es preciso revisar el marco normativo de los medios del Estado y estar atentos a su observancia, a fin de que los medios públicos no sean convertidos en instrumentos de propaganda.
Para Sebastián Ramírez, por primera vez en muchos años, se designó al frente de los medios públicos a personas extraordinarias en su carrera profesional y totalmente independientes del gobierno. E incluso, apuntó, en el caso de Sanjuana Martínez ha sido “terriblemente perseguida” por el poder. Asimismo, indicó que en ninguna ley está prohibido que los canales públicos transmitan los mensajes o las ruedas de prensa del presidente que, a fin de cuentas, son de interés público.
En torno a la posición del gobierno mexicano por la crisis en Venezuela, Marco Levario explicó de conformidad con la constitución de Venezuela y lo expuesto de todos los organismos internacionales, el régimen de dicho país ha vulnerado su propia soberanía y violado sistemáticamente los derechos humanos de su población y al no subrayar estos aspectos, el gobierno de México respalda la dictadura. Consideró que la única salida es la celebración de nuevas elecciones, totalmente libres y con escrutinio internacional para que se permita a los venezolanos decidir el rumbo de su país.
Sebastián Ramírez señaló que más allá de lo que digan las leyes venezolanas o los organismos internacionales, la única Constitución que se debe atender en México es la nuestra, y en ese sentido, el gobierno de López Obrador se ha conducido correctamente al respetar los principios de no intervención. Incluso, sugirió que en un momento dado, pueda ser mediador en el conflicto.
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