La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió de los riesgos que no se concreten los beneficios anunciados por el gobierno federal con la construcción de la Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, actualmente en construcción de la base militar de Santa Lucía.
Como parte de la revisión de la cuenta pública 2019, el ente fiscalizador realizó una serie de auditorías, las cuales –advirtió- quedaron acotadas por la reserva que hizo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de la mayor parte de la información del proyecto, de cuya ejecución está a cargo.
Sin embargo, aun con ello, encontró que a manera de justificación para llevar a cabo la obra, la dependencia castrense utilizó proyecciones de demanda y distribución aeroportuaria, los cuales no incluyen los datos históricos reales de la demanda de servicios aeroportuarios ni los costos para adecuar la operación aeroportuaria.
La ASF subrayó la necesidad de que la Sedena fortalezca su gestión en el desarrollo del proyecto, con la finalidad que haya mayor certidumbre sobre su factibilidad económica, técnica, legal y ambiental; de su costo real y de sus beneficios. En paralelo, es necesario mitigar los riesgos que puedan incidir en su ejecución y conclusión en el plazo establecido.
En el documento consultado por El Universal, se explica que la Sedena proporcionó a la ASF siete estudios distintos que el gobierno ordenó previo a la ejecución del proyecto. En uno de ellos, aun cuando se asegura que es posible la operación simultánea de los aeropuertos de Santa Lucía, Toluca y la Ciudad de México, se requeriría un gran rediseño del espacio aéreo y cambios en los procedimientos actuales.
Otro estudio en donde se asegura que el proyecto es viable, se advierte que no existe una estimación sobre la capacidad real del Aeropuerto Felipe Ángeles, tampoco se describe a detalle la forma en la que se desarrollarán las interconexiones de éste con el Aeropuerto de la Ciudad de México.
“Se requiere una actualización del análisis de costo-beneficio del aeropuerto, tomando en cuenta las proyecciones de demanda esperada, la distribución de pasajeros y la interconexión entre aeropuertos, la identificación y cuantificación de todos los costos y beneficios, estimados con base en variables suficientes, sólidas y confiables y los riesgos potenciales, para determinar, la factibilidad técnica, legal y ambiental del proyecto”, concluyó la ASF
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