Si bien el fenómeno inflacionario afecta a todo el mundo, en México el crimen organizado se ha conformado como un “cartel que determina los precios en la producción, distribución y venta, además de determinar temporalidad y volumen de cosecha y fabricación de bienes”.
Es en la actividad primaria donde tiene mayor presencia la delincuencia y, por ende, las extorsiones inciden en los precios al productor cuyo pago repercute finalmente en la inflación al consumidor final.
El 10 de febrero, el Banco de México determinó aumentar su tasa de interés en 50 puntos base. La tasa interbancaria a 1 día es de 6.00%, con ello se encarece aún más el dinero y el consumo se reduce. Asimismo, al subir la tasa de interés el margen de utilidad se ve mermado, por ende, las empresas buscan alternativas para cubrir el aumento de los costos de financiamiento. El incremento de la tasa de interés es resultado del crecimiento de los precios.
En la primera quincena de febrero de 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación de 0.42% respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.22%. Los precios al productor, en su variación porcentual anual,9.78% es en las actividades primarias (agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza) donde se presenta mayor inflación al productor, siendo de 14.80%. Este efecto inflacionario también se refleja en los precios (inflación subyacente) de productos agropecuarios al consumidor que es de 15.79.
De acuerdo con un estudio del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), si bien el fenómeno inflacionario en estos momentos se encuentra afectando a todo el mundo, en México el crimen organizado se ha conformado como un cartel que determina los precios en la producción, distribución y venta, además de determinar temporalidad y volumen de cosecha y fabricación de bienes. Y es en la actividad primaria donde tiene mayor presencia la delincuencia y, por ende, las extorsiones inciden en los precios al productor cuyo pago repercute finalmente en la inflación al consumidor final.
Para ejemplificar la incidencia del crimen organizado en la inflación de productos agrícolas, sobresale el limón cuyo precio, por kilo, en Michoacán es de 35 presos, pero con el derecho de piso se encarece a $50, los mayoristas adquieren el producto y lo venden a $60 después, los minoristas lo compran y posteriormente lo comercializan en $70, por lo que el consumidor final paga el kilo en el tianguis o en el mercado en $80 o $85 pesos.
El llamado “derecho de piso”, cuota que cobra el crimen organizado a locatarios, productores, agricultores, etc., para brindarles protección provoca que la inflación aumente dos puntos porcentuales. Los rubros donde se resiente el aumento de la tasa de interés resultado del incremento de la inflación son donde tiene más presencia el crimen organizado, provocando que los precios aumenten en: alimentos y bebidas no alcohólicas,0.29%; prendas de vestir y calzado, 0.71%; gas y otros combustibles, 0.48%; muebles, artículos para hogar, 0.74; transporte, 0.60% y restaurantes y hoteles, 0.49%.
Las entidades donde hay mayor crecimiento, en variación porcentual, de las actividades primarias son principalmente las del norte del país, destacando Tamaulipas, 64.4%; Baja California Sur, 33.9; Durango, 17.6; Chihuahua, 7.8; Nuevo León, 6.6; Coahuila, 4.7%. En tanto en el sur del país es donde hay menor producción agropecuaria es en Chiapas (-)0.3%; Guerrero, (- )1.1; Tabasco, (-)3.9%. De igual forma, hay un comportamiento negativo en la actividad agropecuaria en las entidades del centro del país, sobresaliendo Puebla, (-)1.4%; Guanajuato, (-)1.9; Michoacán, (-)2.3; Jalisco, (-)4.8; Querétaro, (-)6.0 e Hidalgo con (-)9.4%.
Más allá de su comportamiento económico en las actividades primarias, representado en porcentaje, las ciudades agropecuarias que más sufren la extorsión por parte del crimen organizado son: Irapuato con 40.3%; Uruapan, 36.8; Oaxaca, 33.3; Xalapa, 26.7; Coatzacoalcos, 26.6; Aguascalientes, 25.6; Pachuca, 24.7.
La zona con mayor inseguridad para el transporte de productos agropecuarios se concentra en la Región Centro del país (Puebla, Estado de México y Veracruz). Los tramos carreteros con mayor incidencia de robos son: México-Puebla-Veracruz; México- Querétaro; Córdoba-Orizaba. En 2021 con relación a 2020 el robo contra el transporte de carga aumentó en 73.5% por ciento el delito en las carreteras del país. Estas rutas conducen a las aduanas de Cd. Juárez, Matamoros, Piedras Negras, Cd. Acuña, Sonoyta, que representan el 51.77 del total de las operaciones de despacho aduanero del país.
Esta situación resulta sumamente alarmante cuando se reporta que 6 de 10 empresas de la cadena de suministro México-EU tienen robos carreteros. De igual forma, de cada 10 dólares que ingresan por exportación carretera a EU, 3.7 se quedan en manos de los cárteles que dominan el tránsito terrestre. Debemos considerar que el 74 % de las exportaciones manufactureras y el 76% de las exportaciones agrícolas hacia Estados Unidos se envían por carretera.