De “virulenta”, “frágil” y “elitista” tachó Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la publicación que The Economist dedicó este jueves al presidente Andrés Manuel López Obrador con el título de “Mexico’s False Messiah”.
En una carta dedicada a la editora de la publicación internacional (cuyo contenido deberá ser revisado por las autoridades electorales por su muy probable carácter de propaganda gubernamental) después de que la portada de la edición de The Economist y el contenido de su texto correspondiente circulara profusamente, Ebrard acusó que ese medio llama a votar contra el presidente y su partido.
“La opinión y el llamado sorprenden, no por la posición ideológica de su medio, sino por su virulencia y fragilidad argumentativa. Detrás de estos pareciera permear la visión de que la mayoría de la sociedad mexicana, sobre todo la de menos recursos, está equivocada y apoya a quien no debe”, escribió.
Ebrard reprochó que hace algunas semanas conversó con el editor internacional de la revista, cuando explicó la transformación que, según él, vive el país desde el inicio del actual gobierno, pero quien, sin embargo, “no fue sensible a uno solo de los argumentos”.
“La portada de hoy es la síntesis de la exasperación. Se sabe que los resultados de la elección, como ocurrió en 2018, no coincidirán con lo que ustedes desean”, señaló el diplomático..
Contra el panorama apocalíptico que algunos predijeron, Ebrard opuso lo que muy probablemente constituya propaganda gubernamental al referirse de la siguiente manera al gobierno actual: “(…) ha cumplido con su promesa de priorizar y reenfocar el gasto hacia los más pobres, como él siempre lo prometió. Al mismo tiempo, ha mantenido la disciplina fiscal y unas finanzas públicas sanas. Logró, por ejemplo, incrementos históricos al salario mínimo, al tiempo de mantener a raya la inflación y sostener la estabilidad de la moneda”.
También destacó la relación con el presidente de Estados Unidos, la respuesta gubernamental frente a la Covid-19 (en la que Ebrard destaca, muy convenientemente y hacia adentro del gabinete, la vacunación) y presumió el crecimiento de 6 por ciento que tendrá el país, “sin haber contratado deuda, manteniendo las finanzas sanas y con números históricos de Inversión Extranjera Directa”.
El secretario se refirió también a la democracia de México, país en el que, a diferencia de “hace no tanto”, hay “una democracia fuerte, plural y diversa, en la que, como nunca, se consulta a la población de manera directa sobre temas sustantivos”.
Además, por si fuera poco, Ebrard escribió que “como nunca antes en la historia, en México hay plena libertad de prensa y de pensamiento. En un ejercicio inédito, el presidente López Obrador rinde cuentas a la ciudadanía y mantiene un diálogo circular con la prensa”.
Finalmente, Ebrard se solazó con un discurso sobre la alta aprobación del presidente y contra la “visión elitista” que sostiene The Economist, por lo que concluyó de la siguiente forma su misiva: “Quizás es tiempo para que, parafraseando un artículo de su revista de hace algunos años, las élites exasperadas entiendan que no están entendiendo”.