En el proceso electoral de 2018 el PRI ayudó a Andrés Manuel López Obrador a obtener más votos e incluso a que su partido tuviera sobrerrepresentación, por lo que ahora corresponde a esos servicios, dijo Francisco Labastida Ochoa, veterano político priista, en entrevista a Carmen Aristegui.
En una suerte de reaparición pública, este jueves el exsecretario de Gobernación se refirió a varios temas políticos, entre ellos la elección presidencial de 2018, durante la cual, afirmó, el PRI operó de diversas formas para que López Obrador alcanzara más votos, lo que fue desde acusaciones contra Ricardo Anaya, candidato panista, hasta la operación electoral a su favor.
“En las elecciones de 2018 el PRI ayudó a que López Obrador tuviera más votos. Si el que va de candidato del PRI ataca al segundo lugar en lugar de atacar el primero; si le sacan al candidato del PAN un supuesto delito y lo atacan por ello; si los gobernadores de varios estados del PRI le ayudan a que saque más votos; si ponen la estructura electoral a su servicio (del PRI), ¿qué quiere decir? Que lo ayudaron a que ganara por más votos. Si le permiten que tenga una sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados de cerca del 18 por ciento, en contra de lo que dice la Constitución, ¿qué significa? Que le ayudaron, por supuesto. En consecuencia, está correspondiendo los servicios que le han prestado”, dijo acerca de aquel proceso y de la situación actual quien fue candidato presidencial del PRI en 2000.
Un tema más de la conversación fueron las visitas de López Obrador a Badiraguato y la relación de su gobierno con bandas criminales, sobre las que manifestó que “hay indicios, pero no pruebas duras, que apuntan a una protección, que es muy sospechosa, del gobierno con el narcotráfico”, particularmente con el Cártel de Sinaloa.
También se refirió al caso de Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional de su partido, a quien dijo conocer desde hace muchos años, cuando este era regidor. Rememoró sobre él: “De repente llega a una reunión en un auto de lujo, con un coche atrás con cuatro guaruras (hace veintitantos años de eso), y yo dije ‘¿quién es este personaje?’. Y luego supe que era un regidor, pero que hacía negocios negociando contratos con Pemex y que de allí salió su dinero. Entonces allí yo dije: ‘Este señor no tiene estatura moral ni cosa por el estilo para sacar al PRI del problema que trae’”.
Recordó que cuando Moreno Cárdenas llegó a la presidencia nacional del partido tricolor lo consideró como “la crónica de una muerte anunciada”, y que entonces expresó que “Alito era como el sepulturero del PRI, que él lo iba a enterrar, y lamento haber acertado. Ojalá me hubiera equivocado, pero todos los indicios sobre él indicaban que íbamos a tener estos resultados que estamos teniendo”.