Dionisio Simerman dice que a los jóvenes en México les hace falta mucho respeto por la gente mayor. Hace poco lo comprobó en carne propia.
Simerman, quien en octubre cumplirá 60 años, labora desde muy joven como diablero en la Central de Abasto.
Hace algunas semanas estaba trabajando en el pasillo 0-129, el de los ejotes, cuando un muchacho, otro diablero, comenzó a ofenderlo. “Me llegó a ofender. Me dijo chimuelo, pelón, viejo, que ya estaba acabado y me empezó a mentar la madre…”, recuerda Simerman.
El muchacho, de unos 30 años, se abalanzó sin aviso previo contra Simerman, quien se cansó de pedirle que se fuera, para evitar la confrontación. “Yo le decía, ‘ya vete, ya vete’, pero ya ves que la juventud está muy desatada”.
Más información en: www.eluniversal.com.mx