febrero 23, 2025

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Nos ganan en comercio y nos ganan en la frontera, y nos matan con drogas:

Sin duda, resulta bastante revelador el diálogo que sostuvieron los presidentes de México y de Estados Unidos el pasado 27 de enero. Las cosas de entonces a la fecha han cambiado de manera dramática para el presidente Trump. Seguramente su postura respecto al muro, comercio o drogas debe ajustarse a la nueva circunstancia que vive su administración. Un diálogo entre presidentes es confidencial y es un tema de confianza básica mantenerlo en reserva. Sin embargo, aunque reprobable, resulta una especie de suerte para México que se haya dado a conocer.

El presidente Trump padece dificultades serias en los pocos meses de su presidencia, por la falta de oficio y por su propio carácter y estructura moral. La opinión pública estadunidense le ha externado serias advertencias sobre la desconfianza que genera su actuación en casi todos los rubros, lo mismo en temas domésticos que en asuntos internacionales, como el de la llamada con Peña. México tiene muchos problemas y es necesario hacer de la relación bilateral con el vecino, que resulta ser el país más poderoso del mundo, un lazo virtuoso y para el bien de ambos pueblos.

De siempre la relación entre ambas naciones ha sido difícil. La situación no es sencilla por diferencias fundamentales y porque hay problemas que parecieran de competencia de uno, que en algún sentido son en realidad temas compartidos. El presidente Trump ganó con una propuesta electoral plena de falacias de las que ahora mismo él es rehén. En materia migratoria, comercio o seguridad, nada de lo que dice es aplicable o veraz. Es una persona a la que el peso del prejuicio en casi todos los temas que requieren apertura y modernidad le impide actuar con acierto.

Más información en: Milenio.com

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