El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó que la Guardia Nacional implique una militarización del país y también rechazó que los elementos de las fuerzas armadas adscritos a la nueva corporación violen los derechos humanos, toda vez que su administración, a diferencia de las anteriores, nunca dará órdenes de reprimir al pueblo.
“Si los militares violaran derechos humanos, y yo no lo permitiría, ya tendríamos recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Esa que se hizo de la vista gorda durante el periodo neoliberal. Esas son de las cosas en las que ustedes se confunden. No somos iguales. Las Fuerzas Armadas reciben órdenes y ahora no han recibido ni van a recibir una orden que signifique masacrar, torturar, desaparecer, reprimir al pueblo”, apuntó.
En entrevista con La Jornada, el mandatario dijo no tener problemas de conciencia y sostuvo que los militares y marinos que están en proceso de formación para formar del nuevo cuerpo de seguridad, tienen profesionalismo y disciplina; son “pueblo uniformado” que puede ser reconvertido para respetar los derechos humanos y en situaciones extraordinarias hacer uso de la fuerza regulada. Señaló que si dependiera de él exclusivamente, desaparecería al Ejército y lo convertiría todo en Guardia Nacional.
“Si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional, declararía que México es un país pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la haríamos todos. Que el Ejército y la Marina se convertirían en Guardia Nacional para garantizar la seguridad
– ¿Es deseo o es plan?, se le inquirió.
– No lo puedo hacer porque hay resistencias; Una cosa es lo deseable y otra, lo posible.
López Obrador calificó como “fantasías” las diversas denuncias que aún se hacen en contra de los elementos castrenses en diferentes regiones del país como Chiapas y Guerrero y sostuvo que está muy “ideologizada” la discusión en torno a la actuación del Ejército en las comunidades indígenas.
“A veces la ideología obnubila. Todos debemos quitarnos la carga ideológica y ser muy realistas. No vamos a afectar a las comunidades. Al contrario, la mayor parte de los beneficios están orientados a los pobres. No vamos nosotros a reprimir a comunidades indígenas”, apuntó.
Insistió en que la nueva estrategia de seguridad tiene que ver con atender las causas y sobre todo a los jóvenes, dándoles oportunidades de educación y empleo para “quitárselos” a las bandas delincuenciales que se conformaron con la complacencia de los gobiernos anteriores; también adelantó que en breve estará en marcha la campaña de concientización para disminuir el consumo de drogas.
Respecto a la economía del país, el presidente insistió en que ésta marcha muy bien; aseguró que la inflación está bajo control y el peso es la moneda que más se ha fortalecido; también sostuvo que los más importante es que ya no se tolera la corrupción, pero eso es algo que los expertos no dicen; también dijo que mienten cuando afirman que ha crecido el desempleo, pues no toman en cuenta a los beneficiarios de los programas Jóvenes Construyendo en Futuro y Sembrando Vida. Asimismo, afirmó que el Plan Nacional del Desarrollo de su gobierno es el más apegado a la realidad del país, desde que el que se diseñó en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
En torno a la política de austeridad de su administración, si bien admitió que se han dado algunos errores en su instrumentación, se ha logrado el objetivo de reducir al pueblo el costo del gobierno y adelantó que aún habrá “una vuelta de tuerca” en este sentido; aseguró que los despidos en el sector público han sido “muy pocos” y acusó a sus adversarios de aprovecharse de los errores que se han cometido, para atacar a su gobierno.
“Son muy pocos; nada que ver con los 40 mil trabajadores que despidió Calderón de Luz y Fuerza del Centro, para que no nos comparen; porque la tabla rasa se aplica a veces también en la visión de los medios y no somos iguales. Es importante que haya austeridad, porque el presupuesto tiene que llegar a la gente. ¿Por qué maiceaban? Porque así podrían saquear, así tenían los potentados sometido al gobierno, que era de ellos. Por eso se reformó la Constitución en el periodo neoliberal, para saquear. Este reparto de privilegios a altos funcionarios era como la manteca, como la grasa, y [suprimirla] no tiene que ver con trabajadores de base. Nuestros adversarios se apoyan en esas injusticias que se han cometido, o en el que “faltan las medicinas”; “¡qué barbaridad! ¡Los niños con cáncer se van a quedar sin medicina!” Como si nosotros estuviésemos propiciando que sucedan esas cosas”, fustigó.
López Obrador afirmó que las versiones que se publican en la prensa sobre la marcha del país, no corresponden a la realidad que él percibe en sus giras. Sostuvo que la gente está contenta y que son las “élites” que antes mandaban en el país las que están inconformes.
Concluyó que el objetivo de “fundar una nueva República” llevará tiempo, sin embargo, confió en que en el primer año de su gobierno quiere dejar sentadas las bases de ese proceso y por eso tiene prisa en instrumentar los cambios que se necesitan, porque “no se sabe qué le depara el destino”.
“Tengo prisa, porque este año quiero dejar sentadas las bases de la transformación: cero corrupción, cero impunidad, rescate de campo, bienestar, seguridad. De modo que si pasara algo, que yo me tuviese que ir el año próximo, a los conservadores les costaría muchísimo trabajo, les sería misión imposible, dar marcha atrás a lo que vamos a dejar establecido desde este año”, sentenció.
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