Farsante. Directora de noticias de Canal Once miente sobre ratings de Televisa y otros medios privados

Compartir

Es preocupante cuando un periodista tergiversa cifras o datos verificables. Es inaceptable cuando se trata de información sobre las audiencias en los medios públicos. Y todavía es peor que lo haga una directiva que se dice ser “periodista”

Al estilo 4T, Luisa Cantú, directora de Noticieros en Canal Once, mintió sobre su audiencia. El pasado 22 de enero, durante una entrevista en el programa “Estación Averno” del canal de YouTube Chamuco Media, intentó minimizar el rating de Televisa y, al mismo tiempo, inflar el de Canal 11. Pero los datos de 2025 de HR Media, una fuente fidedigna de medición de audiencias, la dejan en evidencia: mientras “En Punto con Enrique Acevedo” alcanza más de 5.2 millones de espectadores diarios, el noticiero más visto de Canal 11, “Punto de Referencia”, apenas llega a 500 mil personas.

No se trata solo de una mentira en una entrevista. Es un síntoma de algo más profundo: una estrategia sistemática para desinformar desde los medios públicos, desviando la atención de los verdaderos problemas del país y justificando presupuestos desproporcionados.

Canal 11: mucha propaganda, poca audiencia y un gasto millonario

Hablemos de cifras. En 2024, Canal Once recibió 634 millones de pesos del erario y para 2025 ya se tienen presupuestados 616 millones. Con esos recursos, cabría esperar un medio fuerte, con influencia y rigor periodístico. Sin embargo, la realidad es otra: su audiencia es irrelevante en comparación con otros noticieros y su línea editorial ha perdido credibilidad.

Quien encienda la señal de Canal 11 encontrará lo mismo una y otra vez: un discurso alineado con el gobierno, enfocado en resaltar sus “logros” mientras ignora problemas graves como la crisis de inseguridad en Sinaloa o Tabasco, el desabasto de medicamentos para mexicanos con Cáncer y muchas otras tragedias nacionales.

¿Esa es la función de un medio público? No. La televisión estatal debería servir para informar con independencia, no para ser un altavoz gubernamental.

Una operación ilegal que pasó desapercibida

Pero si la manipulación de cifras ya es grave, hay algo aún más alarmante: Canal Once operó ilegalmente durante 15 meses, del 1 de enero de 2022 al 30 de marzo de 2023. ¿Cómo sucedió?

Simple: no renovaron su concesión ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Es decir, transmitieron sin permiso oficial, violando la legislación de radiodifusión. Y, aún más grave, usaron dinero público para hacerlo, cuando en teoría la falta de concesión debió significar la suspensión inmediata de operaciones.

Cualquier medio privado que hubiera incurrido en este error habría enfrentado sanciones severas, incluso consecuencias penales para sus responsables. Pero en este caso, el silencio fue la única respuesta.

Lo que está en juego

Lo que ha ocurrido en los últimos 6 años en Canal Once no es un problema menor. Es el reflejo de cómo algunos medios públicos han sido convertidos en instrumentos de manipulación política a costa de los contribuyentes.

Luisa Cantú puede seguir negando la realidad. Puede seguir intentando engañar a la audiencia con cifras falsas y con una narrativa que oculta las deficiencias del canal que dirige. Pero los datos están ahí y son contundentes.

Lo que necesitamos no es más propaganda disfrazada de periodismo. Necesitamos medios públicos que rindan cuentas, que sean independientes y que sirvan a la ciudadanía, no a un proyecto político.

Esta entrevista, por cierto, la dirigieron el monero Hernández y el monero “Rapé”, dos propagandistas del obradorismo, farsantes de la 4T.

Autor