Anoto una ironía: buena parte de los militantes que se autopromueven como defensores de la libertad de expresión exigen a todos los medios que informen sobre los temas que ellos consideran importantes, en tanto que hay medios que difunden noticias que esos militantes omiten, en el ejercicio de su libertad de expresión que también implica guardar silencio, por ejemplo cuando critican las inconsistencia de Andrés Manuel López Obrador y esos militantes miran para otro lado. Esto es normal en las sociedades modernas pues la pluralidad la integran, en conjunto, todas aquellas definiciones editoriales e incluso comerciales que tienen las empresas de comunicación. Por eso hay medios que optan (optamos) por informar sobre las enormes irregularidades en la tesis de Enrique Peña Nieto y otros omiten el tema e informan, por ejemplo, que los “Millennials gastan 10 mil pesos al año en Pizza” (Excélsior) o “A Cepillín no le gustó la marihuana” (El Universal).