sábado 06 julio 2024

La putrefacción del “Bienestar”

por Amado Avendaño

Pudieron haber hecho lo que les hubiera dado la gana, perpetuarse en el poder, desmantelar incluso las instituciones pilares de la democracia con la mayoría calificada que tenían en el Congreso, pero su propia soberbia los aplastó.

Se emborracharon demasiado con el poder, como nuevos ricos se entregaron al exceso, sucumbieron ante su propio ego, como si nunca se les fuera a acabar el poder, pero en la puerta de salida les está esperando la cuenta.

Claro ejemplo es el de la diputada morenista chihuahuense Andrea Chávez Treviño que se ostentaba como coordinadora de la campaña ilegalmente anticipada del ex secretario de Gobernación Adán Augusto López, quien fue exhibida en redes sociales presumiendo viajes presuntamente en aviones de la Guardia Nacional, de ella y su familia, los cuales ha justificado tardíamente y con versiones encontradas alegando que se trató de taxis aéreos.

En la discrecionalidad y la opacidad con la que se maneja este gobierno que pretende volver a instaurar los tiempos de partido de Estado en donde una cosa y otra eran lo mismo, sin el menor recato la legisladora pudo haber usado por igual un avión privado o uno de la guardia nacional (ambos con cargo al erario) y nadie se habría dado cuenta.

Pero para ellos lo que importa es presumirlo en sus redes, su ego y su soberbia no soportan el silencio, ¿para qué querría Andrea Chávez ser cercana al ex secretario de Gobernación, tener acceso a aviones privados, de la Guardia Nacional y a camionetas de super lujo blindadas si no puede hacer gala pública de ello?

Usaron siempre a los más pobres como carnada, como pretexto para hacer lo mismo de lo que nos quejamos todos de los gobiernos anteriores: el abuso, el cinismo, la corrupción y la desvergüenza.

Siempre se trató del “quítate tú para que me ponga yo”, jamás estuvo en su presupuesto acabar con los excesos, el dispendio y la irresponsabilidad del manejo de recursos públicos, sino de tener la oportunidad que esperaron durante tanto tiempo desde el rencor y el resentimiento para agarrar a manos llenas, para atascarse.

Ahí está también el gasto grosero, insultante e ilegal de los espectaculares, bardas y camiones de las corcholatas que aspiran a ser el instrumento para instaurar un Maximato, mientras el Metro de la Ciudad de México se cae a pedazos, los hospitales siguen sin medicinas y la violencia sigue incontenible.

El discurso del “cambio verdadero” caducó, los falaces argumentos de los ricos contra los pobres quedó desmantelado con la irrupción, desde la oposición, de una sola aspirante que les está haciendo ver su suerte.

El concepto de “Bienestar” por sí sólo, nunca funcionó, se trató sólo de un espejismo, de una ilusión barata que les vendieron para estafarlos, ni universidades, ni bancos, ni becas, ni aerolíneas, ni institutos; nada funcionó, el “Bienestar” se pudrió junto con el gobierno y así pasarán juntos al basurero de la historia.

También te puede interesar