En su momento fue una revolución histórica: la derrota del imperio americano. En los hechos, y con el tiempo, terminó en escandaloso fracaso que muchos ocultaron por medio siglo.
Aún hoy, necios y ciegos defienden lo indefendible: el “paraíso terrenal” de la Cuba de Castro, paraíso del que todos huyen y al que nadie quiere entrar.
¿Por qué millones de mexicanos, cubanos, centroamericanos y latinoamericanos se juegan la vida por entrar al “infierno” que es el imperio norteamericano?
Las 20 mentiras de Castro y de Cuba.
1. En 1959, en la primera declaración sobre la Cuba que prometía, Castrodijo: “Una democracia representativa”. Medio siglo después, la democracia no llegó. 2. Castro también rechazó el “comunismo”. Años después acuñó el mítico “¡socialismo o muerte!”. 3. Castro dijo que la Revolución estaría dos años en el poder. Luego daría paso a la democracia; “primero la Revolución y luego elección”, gritó. En Cuba se simulan elecciones.
4. Al tomar el poder, Castro dijo: “No es lo mismo proclamar la libertad que conquistar la libertad”. Y desde 1959 los cubanos carecen de todas las libertades básicas. El dictador Batista se mantuvo 10 años en el poder y el dictador Castro más de medio siglo. 5. Castro prometió que meses después del triunfo de la Revolución se restablecería la libertad de expresión. Medio siglo después, en Cuba no hay libertad de expresión. 6. Al asaltar el poder, Castro prometió “libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra nuestra y nos critican”. Bajo su régimen, el encarcelamiento de disidentes y críticos fue sistemático.
7. Castro prometió juicio justo a aliados del dictador Batista. Dos años después de llegar al poder, Castro ordenó juicio sumario para más de 2 mil personas ejecutadas. 8. Ante las críticas de su propio pueblo, Castrodijo: “La crítica es oposición y la oposición es contra la Revolución”. 9. Los comunistas mexicanos, fanáticos de la Revolución cubana, se volcaron en grosero culto a Castro, a pesar de que el dictador siempre fue aliado del PRI represor, criminal y nada democrático, repudiado por esos comunistas mexicanos.
10. Castro y Cuba solaparon a los gobiernos de Díaz Ordaz y Echeverría, en los crímenes estudiantiles de 1968 y 1971. Castro guardó silencio y los comunistas mexicanos callaron. 11. El “odiado” Carlos Salinas fue aliado clave de Castro, quien estuvo en la toma de posesión de Salinas. Es decir, Castro avaló el fraude de 1988. 12. El mito de Castro dice que defendió la soberanía cubana y latinoamericana frente al “imperialismo”. Muchos olvidan que entregó la soberanía cubana a la entonces URSS.
13. Presumen que Castro dio acceso universal a la vivienda. Pero hasta 2011 todas las viviendas —todas en ruinas— eran propiedad del Estado y nadie podía decidir dónde vivir. La propiedad privada era prohibida. 14. Presumen la herencia de Castro a Latinoamérica. Olvidan que los regímenes apadrinados por Fidel —Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua— son dictaduras. 15. La primera reforma de Castro en el poder fue la expropiación de campos cañeros para convertir a la isla en potencia azucarera. El fracaso llevó a Castroa subordinarse política y económicamente al bloque socialista.
16. El sistema de salud universal cubano es aplaudido en el mundo. Pero el instituto War and Peace indica que su infraestructura hospitalaria está en ruinas. 17. Cuba forma a los mejores médicos del mundo, pero en la isla hay desabasto de médicos. Y es que 50 mil médicos cubanos laboran en otros países —en las misiones médicas— que reportan al régimen 2 mil 500 millones de dólares anuales de ingresos. 18. En Cuba la élite del Partido Comunista y las Fuerzas Armadas tienen privilegios como viviendas exclusivas, hospitales exclusivos y servicios de internet gratuitos, entre otros, a los que no accede la población civil.
19. La igualdad racial es un mito. Según estudios, la población negra y mestiza de la isla —36 por ciento— vive en las peores condiciones. De ellos, solo 5 por ciento se desempeña en empleos lucrativos. 20. El Estado no cubre las necesidades alimenticias. Solo vende productos racionados, a precios accesibles, como parte de la llamada “libreta”. Siempre es insuficiente el racionamiento y el mercado negro provee productos faltantes con un impuesto de 240 por ciento, por encima del precio del racionamiento.
El cielo de Castro que, algunos como AMLO, quieren en México.
Al tiempo.