La Secretaría de Gobernación (Segob) publicó ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF) los "Lineamientos de clasificación de contenidos audiovisuales de las transmisiones radiodifundidas y del servicio de televisión y audio restringidos"; debió hacerlo el 14 de febrero —así se lo mandaba la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) —, pero decidió tomarse una prórroga.
TEMAS OBSESIVOS
Los lineamientos de la Segob retoman las preocupaciones del acuerdo sobre "clasificación de películas, telenovelas, series filmadas y teleteatros grabados", publicado en el régimen de Felipe Calderón (2/03/2007), e incluye las mismas cuatro categorías que aquel estableció: violencia, adicciones, sexualidad y lenguaje. Los tres primeros son temas que obsesionan a quienes tienen a su cargo el control de los mensajes, pero también a quienes elaboran contenidos, en un caso para limitar o prohibir su tratamiento y en el otro para abordarlos.
Siempre que leo disposiciones legales relativas a contenidos de radio y tv me acuerdo de dos canciones. Una, "Sex & drugs & rock & roll", de lan Dury, que por vincular a esos tres elementos con el placer no podría ser transmitida por radio; sin embargo, era parte de Rock 101 FM hace tres décadas.
La otra melodía, "Violencia, drogas y sexo", de Alejandro Lora, donde una productora de tv le ofrece llevarlo al estrellato si le "baja" a sus canciones. La pieza decía: "Violencia, drogas y sexo es como el rock and roll/ Violencia drogas y sexo es el camino del gol/ Ella me dijo a mí me pasa tu onda/ Pero a la demás gente, no/… Si quieres cántales las rolas, pero no las cantes en español".
Claro, también me acuerdo del empleo truculento de estos temas en el show de Laura Bozo.
NIÑOS Y ADULTOS
Los nuevos lineamientos dictados por Gobernación establecen seis clasificaciones para regular los contenidos: 1) AA, público infantil; 2) A, todo público; 3) B, adolescentes y adultos; 4) B15, mayores de 15 años; 5) C, adultos; 6) D, exclusivamente adultos. A partir de ellos se "dosifica" el contenido de violencia, drogas y sexo en orden ascendente.
Por ejemplo, en relación con la sexualidad, los programas AA "no deben presentar temas, mensajes, escenas, diálogos, situaciones de relaciones y actividades sexuales ni desnudez". Pero en los D "puede mostrarse la actividad sexual de forma implícita o explícita, el contenido puede ser erótico sin llegar a constituirse en material pornográfico".
PREBENDA A TV RESTRINGIDA
En los lineamientos llama la atención que el nuevo horario para que entren al aire los programas cuyo contenido no es "para niños o para todo público" se retrasó tres horas.
En el Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión publicado por Vicente Fox (10/10/2002) los programas "no aptos para todo público" iniciaban a las ocho de la noche. En los lineamientos publicados ayer, estos programas pueden comenzar a las cuatro de la tarde.
Otro punto que llama la atención es que los lineamientos solo se aplican a los programas grabados; aquellos que son en vivo, por ejemplo, el reality show de Laura Bozo, —que aparentemente es en directo—, son inclasificables.
De igual manera, la televisión restringida tiene en estos lineamientos un trato preferencial: los concesionarios que prestan ese servicio "no están sujetos a los horarios de difusión de los contenidos", les basta con colocar en la pantalla un letrero donde se indique la clasificación del programa y se advierta a la audiencia "sobre aquellos contenidos que puedan resultar impropios o inadecuados para los menores". O sea que se puede presentar un programa D a las tres de la tarde, simplemente con un letrerito de por medio.
ESTUDIO REVELADOR
Ambos temas llaman la atención porque en febrero de este año, el Ifetel publicó un importante estudio sobre el consumo de radio y tv entre los niños de 4 a 12 años (véase Cambio de frecuencia, 12/02/2015).
En ese documento, disponible en el sitio web del instituto, se encuentran datos como los siguientes: los programas que más ven los niños son telenovelas, reality shows y dramatizados unitarios; la exposición a la tv entre los niños de cuatro a 12 años empieza a las 13 horas y llega a su porcentaje mayor entre las 20 y las 22 horas, justo cuando están los programas no pensados para ellos; niñas y niños "de todos los niveles socioeconómicos han incrementado su presencia en la televisión restringida", precisamente el especio donde no hay obligación de respetar horarios de clasificación.
Parece que la Secretaría de Gobernación prefirió atender los intereses de las televisoras que tomar en cuenta un estudio revelador como el que —no por gusto, sino por mandato de la LFTR— realizó el Ifetel.
Este artículo fue publicado en Milenio el 05 de Noviembre de 2015, agradecemos a Fernando Mejía Barquera su autorización para publicarlo en nuestra página