José Luis González Meza se presumió como abogado defensor de Joaquín Guzmán Loera, uno más, no el único. Así lo entrevistó Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula, dio nota. Intuye atrocidades carcelarias en contra de su defenso (sic), clama humanidad y garantías para el criminal, asegura que ni a Adolfo Hitler lo hubiesen tratado de esa manera.
Con vehemencia, sin proporción, dimensión o rigor histórico, el abogado mostró humor, ironía; dijo que la extradición del criminal “está en chino” y que de ello entiende bien Miguel Osorio Chong, ¿capta? chino-Chong. Desmiente a nadie y asegura que las autoridades mexicanas no conseguirán la extradición fast track.
Mientras la situación jurídica del criminal se procesa, el vival sale a flote, trabaja pro-bono, desliza sospechas graves sobre el estado de salud de El Chapo, denuncia que no ha podido verlo ni hacerle llegar ropa térmica (por lo del frío), y remata con la sentencia: si hoy no logra entrar a el Altiplano (por la puerta de visitas), entonces denunciará ante la Suprema Corte de Justicia al mismo Secretario de Gobernación.
Resulta que José Luis González Meza no es abogado de El Chapo Guzmán. Entre los equipos legales que llevarán su defensa, él, no figura. Por eso no le dejan verlo ni aceptan sus cálidas muestras de interés por su bienestar y salud. Así lo precisó el titular del Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social, Eduardo Guerrero.
En entrevista en el mismo espacio radiofónico detalló que los abogados registrados por el líder del Cártel de Sinaloa son cuatro: José Refugio Rodríguez Núñez, Cynthia Castillo Castillo, Carlos Castillo Castillo y Alejandro Granados; además se “está pidiendo la firma para un quinto abogado, de nombre Jorge Olmos Fuentes”. Ellos son los abogados de El Chapo.
“El señor José Luis González Meza en ningún momento está siendo autorizado por Joaquín Guzmán, ni lo tenemos registrado en ningún juicio de amparo, como él lo está sustentando”, agregó el funcionario al tiempo que cuestionó cómo es que el abogado tiene un documento firmado por Guzmán Loera “si no lo ha podido ver”. Elemental.
La historia pinta al no-abogado defensor de El Chapo. José Luis González Meza es nieto e hijo de trabajadores petroleros, nacido en Tamaulipas en 1943. Estudió en la UNAM, estuvo presente en los movimientos estudiantiles de la década de los 60, siempre salió ileso de represiones y golpes; cobró notoriedad al escribir un libro en 1987, que contaba cómo un expresidente había fusilado, en su casa, a una trabajadora a la edad de cuatro años.
Defiende al país de despojos políticos y robos electorales, reconoce sólo los triunfos legítimos y morales de Cuauhtémoc Cárdenas y de Andrés Manuel López Obrador. Ha prometido terminar con el hambre a través de cooperativas obrero-campesinas. Dice estar siempre con los pobres. Así sueña defender al “pobre” capo de las drogas.
Este artículo fue publicado en La Razón el 20 de Enero de 2016, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página