El pasado 21 de mayo, el presidente hizo su comparecencia mañanera en Cajeme, Sonora. En esa ocasión solo se permitió que una periodista local hiciera una pregunta, que fue Araceli Martínez. Los demás profesionales de los medios no tuvieron esa oportunidad.
La reportera Rosa Lilia Torres (@rosaliliatporres_n), que tiene 175,000 seguidores en twitter, solicitó hacer una pregunta, pero no se le dio la palabra. Ella, que tiene programas noticiosos en diversas redes, expresó su molestia.
Su denuncia es un análisis del funcionamiento de las comparecencias mañaneras del presidente, que nunca han sido conferencias de prensa, sino un ejercicio diario de propaganda política.
La postura de la periodista refleja lo que piensan otros reporteros, tanto en la Ciudad de México como también de otras ciudades del país, donde el presidente ha realizado sus comparecencias mañaneras, pero por una u otra razón no expresan su molestia.
A continuación la trascripción de algunos de los párrafos del video que Torres subió a las redes:
– “Que ondas, pues ya se acabó la nefasta mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador. Qué manera de hacer perder el tiempo de verdad a los periodistas de Cajeme, que falta de respeto (..). Ni un periodista de Cajeme, que viva en Cajeme, que radique en Cajeme, tuvimos la oportunidad de poderle preguntar al presidente. Si tu viste la mañanera seguramente alcanzaste a escuchar mis gritos “presidente por favor que pregunte alguien de Cajeme” no se trataba de mí se trataba de que preguntara alguien de Cajeme”.
– “(…) ¿Por qué no hablar de lo que apareció hoy en la mañana de esa narco-manta donde le dejaron un mensaje al presidente?; ¿por qué no hablar del tema de la sequía?; ¿por qué no hablar realmente de la inseguridad que se tiene aquí en Cajeme?; ¿por qué no hablar de proyectos realmente que deben de impactar?”.
– “(…) Siempre preguntan los mismos, con preguntas sembradas. Me da tristeza el circo que se hace y la pérdida de tiempo que hacen al gremio (…) Es difícil que te acrediten y poder entrar (…) (piensas) “que levantando la mano vas a tener oportunidad de que le preguntes al presidente. Es falso, falso, falso. Todo ya está armadísimo; ya se sabe quién va a preguntar y qué es lo que van a preguntar al presidente (…) Siempre escogen a los mismos”.
– “Señor presidente, de verdad qué vergüenza, que circo, que teatro, que pérdida de tiempo y que falta de respeto es esta mañanera que de democrática no tiene nada. No se trata de que no me hubieran dado la palabra a mí o se lo hubieran dado a otro compañero no, pero siempre son los medios nacionales que va a un estado y habla de lo mismo, veinte, treinta minutos dedicándole a Loret de Mola, ahora a Jorge Ramos que si el departamento, que si Houston, que si esto que si lo otro, por favor por favor si viene a Sonora y si hace la mañanera en Cajeme pues mínimo coordínenlo”.
– “(…) Un día voy a hacer un remake de todas las mañaneras del presidente que ha venido Sonora porque es la 19ª vez, para que vean quiénes son los que siempre preguntan y los mismos que vienen de México, los que siempre preguntan. Con todo respeto a mis compañeros, pero no mamen no mamen que pérdida de tiempo (…)”.
En la mañanera de ese día entre otros periodistas locales que levantaron la mano para preguntar y no se les dio la oportunidad están: Mónica Valdivia, Javier Camacho, Antonio Saba y la misma Rosa Lilia Torres.
La importancia de lo dicho por Torres es que evidencia y denuncia la mecánica con la que opera la comparecencia mañanera. Jesús Ramírez, el coordinador de comunicación, decide quién puede preguntar y qué puede preguntar.
Hay un guion previamente escrito, para que el presidente articule su perorata de propaganda política. Siempre es el mismo rollo. Hay un grupo de pseudoperiodistas, unos reales militantes morenistas, y otros pagados, que actúan el papel que se les dio. Leen la parte del libreto que tienen a su cargo.