Dada la cercanía del II Informe de Gobierno del presidente López Obrador, me atrevo a dejar mi listado de catástrofes para la próxima entrega y procedo a plantear varias preguntas que me temo este 1 de septiembre quedarán sin respuesta. De todos modos, hay que hacer la lucha.
¿Por qué no usa el cubrebocas?
Aunque puedo imaginar la respuesta, sería realmente esclarecedor que el primer mandatario sencilla y claramente nos dijera cómo se fue gestando en él este rechazo consciente e inconsciente a este adminículo tan útil para no contagiar ni ser contagiado. Supongo que es un pacto entre los populistas del mundo, ya que, por poner dos ejemplos, ni Trump ni Bolsonaro se deciden por dar el buen ejemplo. ¿Será un asunto de mostrarle al mundo que ellos son muy machos? ¿Acaso es que el COVID-19 les tiene miedo a ellos? ¿Mostrará su boca al descubierto, que el lysol intravenoso o las estampitas del Sagrado Corazón los mantienen protegidos sin necesidad de ningún cuidado? Este enigma, como el de la Esfinge, quizá puedan develarlo los historiadores del siglo XXII.
2)¿Por qué quiere tanto al Sr. López Gatell?
Esta es una pregunta que nos hemos hecho millones de mexicanos. Pareciera incluso que por aquello del apellido pudiesen ser parientes, aunque al parecer no. ¿Entonces? ¿Cómo es que habiendo dicho el vocero de la Secretaría de Salud tantas y tantas mentiras, fallado en todas sus predicciones, incluso después de haber mencionado cada mes que ya había pasado lo más duro de la pandemia y que se aplanaba la curva de contagios y fallecidos, el señor presidente no solo lo mantiene en su puesto, sino que le da cada vez más responsabilidades, como la COFEPRIS por mencionar alguna? Definitivamente el supuesto epidemiólogo no puede con el paquete y su estrategia está costando muchas vidas, más de 64 mil personas que han muerto por su incapacidad para controlar el virus, pero por esas cosas tan absurdas de la 4T ahí sigue. Siendo bien pensada, me pregunto si AMLO le deberá algún favor o si estarán jurados y lo sostendrá como parte de una manda que tiene que cumplir pase lo que pase. Un gran misterio de la ciencia.
3) ¿Puede dormir bien a pesar de las condiciones económicas de México?
¡Sería tan importante que nos contestara esta pregunta! Si duerme bien, malo, y si no lo logra, malo también. Pero independientemente de su sueño: ¿existe algún principio espiritual que le prohíbe generar riqueza y empleo? ¿Quizá alguna voz del más allá le ha encomendado destruir a las micro, pequeñas y medianas empresas? ¿Forma parte del Plan Nacional de Desarrollo jamás escuchar y más bien atacar al empresariado nacional? Y en cuanto a los dos millones de empleos que iba a generar… ¿Se los llevó el viento? ¿En la soledad de su habitación, cree usted firmemente que estamos ya saliendo de esta terrible crisis económica? ¿En verdad piensa que las medidas de austericidio fueron las correctas? Ya en confianza, ¿va a patentar México su mecanismo económico (¿?) para salir de esta terrible situación? ¿Está usted tranquilo después de haberse acabado los guardaditos? ¿El presupuesto para el 2021 será aún más raquítico? ¿Aumentará al fin la inversión pública para reactivar la economía? Se me hace que la que necesita un valium soy yo.
4) ¿Está dispuesto a hacer una “consulta popular”, organizada por usted, para juzgar a los expresidentes?
De la respuesta a esta pregunta dependerá en buena medida el futuro democrático de México. Si la va a hacer a modo y a mano alzada, con el apoyo de sus huestes de Morena… estamos en problemas. Se acabaría la separación de poderes y claro, el respeto a la ley. Su mandato no estaría cumpliendo ni haciendo cumplir la Constitución, de ese tamaño es el problema. El linchamiento mediático y popular implicaría despertar los peores sentimientos revanchistas de una parte importante de nuestro país. No se trata de defender a nadie, se trata de defender el debido proceso, la presunción de inocencia, las formas legales que nos hemos dado. Se trata de vivir en un Estado de derecho, no en la tierra del ojo por ojo.
Creo que por lo pronto el señor presidente no nos va a contestar estas preguntas con la claridad que quisiéramos. O más bien ya nos las contestó, aunque yo prefiera no darme por enterada de sus respuestas. No me encantan los cuentos de terror.