El presidente López Obrador con motivo del Segundo Informe decidió no informar de las acciones del gobierno, como ha sido la costumbre, para reciclar las frases de propaganda de la campaña electoral de 2018.
Ante el desastre que ha sido el gobierno y la imposibilidad de ofrecer buenos resultados en el manejo de la pandemia, la reducción de la violencia, el crecimiento de la economía, la creación de empleo y la disminución de la pobreza se refugió en los spots de campaña que en ese entonces le dieron resultado.
En los espacios que la ley le otorga para promocionar las acciones de su gobierno, la narrativa que utilizó fue como si estuviera en disputa por la presidencia. Es el discurso propio de lo que se conoce como campaña permanente en la que ha estado los últimos 20 años.
El presidente, gran comunicador y publicista, lo mejor que hace es estar en campaña. Se le da y lo disfruta. Gobernar es otra cosa y ahí no le va bien como lo señalan las encuestas que muestran el rechazo generalizado a la acción del gobierno en materia de salud, seguridad, economía e incluso lucha contra la corrupción.
En los spots, de 30 segundos, se usa la frase “Por el bien de todos, primero los pobres” que por primera vez la dijo en la campaña presidencial de 2006 y luego volvió a utilizar en las de 2012 y 2018.
La frase “Juntos haremos historia” la menciona en otro spot que fue el nombre de la colación electoral Morena-PT-PES que obtuvo un triunfo arrollador en la pasada elección presidencial.
En los spots de campaña se enfrenta, siempre lo ha hecho, con los molinos de viento de los conservadores que nunca acaba de explicar de quien habla.
Con ese calificativo ¿recrea el enfrentamiento entre liberales y conservadores en la Guerra de Reforma? ¿son una versión construida por él? ¿hoy día qué es un conservador y un liberal?
Al papa lo utiliza como argumento de autoridad, para señalar que éste dijo que ayudar a los pobres no es ser comunista. Él, que ayuda a los pobres, por lo tanto no es comunista. Él ordenó el retiro del spot y su decisión fue avalada por el TEPJF.
El tema de la ayuda a los pobres que, según él, por primera vez ocurre en el país, es otra de las muchas falsedades que utiliza, para articular su narrativa de confrontación y descalificación de los otros.
Los spots son un ejercicio de propaganda política a favor de él y su partido con recursos del gobierno. El presidente aprovecha cualquier espacio, para dirigirse a los suyos en lógica de campaña.
En ninguno hay información de la acción del gobierno y la estructura de todos es la propia de un mensaje de propaganda política partidaria y no el que corresponde a un presidente de la República.
López Obrador recicla la narrativa y las frases que en otro momento han sido exitosas. Es más de lo mismo. No hay innovación.
Lo que ha cambiado es la función que desempeña porque ya no es el candidato que promete lo que sea sino ahora el presidente que debe ofrecer resultados.