Ilustrar las elecciones del próximo año significa aportar claridad a la contienda política, informar para la toma de decisiones. No predicar ni guiar, comunicar de modo tan objetivo como sea posible. Desenredar y sacar de lo oscuro, iluminar. Hacer política en serio desde la opinión pública. Para poder entender y juzgar lo que debe ser comprendido por todo mundo, la verdad de los hechos y discursos. Hacer democracia real.
Aquí, para efectuar una cala interpretante en el estado de las mentalidades sobre las elecciones del próximo año, se presenta un análisis de los encabezados del conjunto de entrevistas titulado Proyecciones 2018 por El Universal. Con ello damos luces sobre el pensar del medio y lo que aporta en sí esta suma de puntos de vista subjetivos; pero emitidos por líderes de opinión en diversas áreas de la sociocultura.
Se analizan los encabezados porque representan la información que se considera fundamental de cada entrevista, la frase que mejor comunica el punto de vista de la persona entrevistada. Quieren ser enunciados claros, breves y concretos sobre el tema de las elecciones en general. Son frases que desean atraer la atención de quien lee, transmitiendo la mentalidad de quien habla, según la perspectiva del medio. Las firmas de quienes hacen las entrevistas son de reporteros de El Universal.
Hasta ahora, estas entrevistas con personalidades de la sociocultura y la política se han publicado de forma constante (mas no periódica) en el diario; desde el 8 de agosto de este año. Son 19 las que llevan publicadas hasta la fecha de la presentación de este análisis (20/11/17) y suman 20 las personalidades entrevistadas, dado que una publicación incluye dos entrevistas.
El encabezado del conjunto — “Proyecciones 2018” — es ambiguo de principio. Por una parte, está el significado literal de la palabra, donde una proyección corresponde a la acción de “proyectar”, por medio de un foco de luz, una imagen o conjunto de imágenes sobre una pantalla o superficie. Pero, por otra parte, en un segundo sentido semántico, una proyección es la prospección y diseño de un hecho o acción a realizar u ocurrir en el futuro. Y en un tercer sentido posible, desde la perspectiva psicológica, una proyección es la atribución a otra persona de los defectos o intenciones que alguien no quiere reconocer en sí mismo. Para que todavía en otra dirección de significado, una proyección sea la resonancia o alcance de un hecho o de las cualidades de una persona. Todos estos caminos de interpretación son válidos para el análisis y diagnóstico de los encabezados de estas entrevistas.
Los encabezados con los nombres y una fotografía de las personalidades entrevistadas, se pueden ver y consultar en esta liga, donde también se encuentran las entrevistas completas:
http://interactivo.eluniversal.com.mx/2017/reflexiones-2018/
–Proyecciones 2018 en El Universal.
Es una representación muy dispareja de la mentalidad de los votantes del 18; pero la selección representa un grupo de acuerdo al perfil político y comercial de El Universal; por ejemplo, no hay ningún científico importante, sólo dirigentes de instituciones académicas; tampoco hay deportistas o empresarios capitalistas. Son tres mujeres y diecisiete varones: seis personas se dedican a la actividad política (Córdova, Barbosa, Otálora, Ugalde, Peschar y Sicilia); cuatro son directores de instituciones de educación superior (Fassnacht, Peñalosa, Giorguli y Graue), cuatro son intelectuales (Iñárritu, Villoro, Mendoza y Meyer), dos son actores del espectáculo (Camacho y Derbez), dos son encuestadores (Buendía y Campos), uno es locutor de radio (Esquinca) y otro es un político-empresario (Alemán).
La primera entrevista publicada, la de Lorenzo Córdova, plantea el ideal básico para el proceso electoral: “los presidenciables tienen que respetar las reglas”, cuidar que así sea es hacer mejor sociedad real.
Siete de los encabezados incluyen la palabra “no”, señalando en todos los casos riesgos o peligros para las elecciones, cosas indeseables para los entrevistados. El resultado general es de carácter negativo y pesimista, se temen actos violentos e incertidumbre. Una entrevista plantea la corrupción como “pata flaca del sistema” (Graue), y otra declara que “resolver la corrupción no impulsará el desarrollo” (Giorguli): pero la constante es que la inseguridad, la corrupción y la impunidad son la gran prueba para nuestros políticos en 2018.
Tan sólo uno de los diecinueve encabezados de este grupo de entrevistas es de carácter positivo y optimista, el de Otálora: “México, listo para tener una Presidenta”; también es el único caso donde se mencionan cuestiones de género.
La palabra “México” se halla presente en cinco encabezados, cuatro advertencias de riesgos (falta de democracia, fallar como EU, que se agraven los viejos problemas y lo indigno de la actual clase política) y la expectativa optimista antes mentada. De sólo tres personas entrevistadas se incluye el nombre en la cabeza (Sicilia, Otálora y Meyer), de los dos varones se incluye el nombre, de la presidente de El Colegio de México sólo su apellido. Los partidos políticos nombrados son el PRI (donde Sicilia dice que AMLO es un priísta disfrazado) y el PRD (cuando Barbosa descalifica como miedo a perder el registro su alianza en un Frente Democrático).
Hay una mención a los candidatos independientes como ¨la salida” (Villoro). En dos casos se habla de AMLO, uno es el de Sicilia, que lo ve como priísta disfrazado de rojo; y el otro es de Alemán, que no lo compara con Hugo Chávez, sino con Donald Trump; por tanto, son dos menciones negativas para el único candidato presidencial que ya se auto-destapó por completo.
Un interesante enunciado ambiguo es el encabezado de la entrevista del director del IPN (Fassnacht). Donde se dice: “México no merece la clase política que tiene”. Esto se puede entender sin conflicto de dos maneras diferentes por completo; en un sentido puede significar que México, por libre y honesto, no merece la corrupta clase política que hoy lo gobierna; pero en perfecto sentido contrario se puede entender como que México es tan corrupto e ignorante que no merece ni siquiera esta clase política. Sólo la lectura del contenido de la entrevista determina el enunciado de acuerdo a la primera interpretación.
Se puede considerar “sintomática” la forma como se presentan en una sola entrega las entrevistas con los encuestadores Buendía y Campos; se puede decir que, por el modo como han fallado en elecciones anteriores y por la poca confianza que hoy merecen sus encuestas, se les presenta haciendo apenas un personaje entre los dos. Para demostrar con cada una de las dos entrevistas audiovisuales que los retos que enfrentan aún parecen insuperables para los dos, pues sus argumentos no consiguen demostrar la cientificidad y objetividad de los resultados de sus encuestas.
Resulta significativo el modo en que intelectuales como Villoro se desmarcan ahora del apoyo que antes manifestaron hacia AMLO; aunque resulta más psicoanalizable que lo hagan sin dar explicaciones de su cambio de opinión.
Total. Las declaraciones de los encabezados analizados son subjetivas y parciales, casi siempre enunciados normativos fundados más que nada en buenos deseos (“hay que votar por quien luche contra impunidad y corrupción”, Iñarritu). Mucha especulación con la violencia y la incertidumbre, muchos planteamientos valorativos y casi nada de administración pública. No hay grandes revelaciones ni información de verdad nueva. Se confirma el estado de las cosas. Domina el espectáculo, todavía hay muy poca política efectiva.
Sin embargo, son buenas estas veinte entrevistas publicadas para comenzar a pensar con más puntos de vista las elecciones y hacerlas algo menos salvaje y caótico, poder hacerlas más eficientes, para saber elegir cada quien desde una situación responsable y libre. Por eso el panorama de las veinte opiniones reunidas por El Universal en Proyecciones 2018 se puede calificar como positivo; se puede ver la posición del medio y la de sus entrevistados en particular, una buena muestra de que hay democracia y Estado de derecho en México, y que lo que se necesita es cosa de fortalecer y proteger esta democracia, mejorarla con más política de querer respetar y entender al otro como otro, y así poder alcanzar mayores acuerdos y beneficios sociales, contando con mejor información sobre lo real y cierto.