jueves 21 noviembre 2024

Vienen tres años de camisa quitada

por Rubén Cortés

Las encuestas indican que vienen en México tres años de definiciones de vida para quienes persiguen con métodos represivos a opositores por complacer al presidente; y para los opositores y críticos que dicen defender la democracia.

Sí, porque el presidente perderá la mayoría absoluta el 6 de junio y necesitará pactar con opositores y críticos para controlar el Congreso. Y las advertencias de investigar al juez Gómez Fierro señalan el camino de intimidación que seguirá el gobierno.

El mandatario pidió en público revisar a Gómez Fierro por conceder amparos contra sus decisiones, y el jefe de la inteligencia financiera del presidente admite que revisa al juez: “Nos brincó que vendiera propiedades”.

Sin mayoría legislativa para imponer fácilmente, como ahora, leyes para su sistema de mando basado en el miedo a la cárcel o la ignominia pública, el gobierno acelerará sus métodos de coacción y amenazas.

Sí, pero ya con un entramado de poder debilitado: según una encuesta de SIMO Consulting, el presidente se quedaría con 230 lugares en la Cámara de Diputados, lo cual no es mayoría absoluta y tendrá que apretar más, tanto a sus aliados como a la oposición.

En ese escenario es donde entran las definiciones: para gente como el zar de la inteligencia financiera, si sigue al servicio ciego y rayano en la ilegalidad a su jefe; y para gente como el juez, si aguanta coletazos aún más fieros de un sansón herido y desesperado.

Sí, porque el grandísimo poder del presidente hoy emana del dinero público que le asegura la Cámara de Diputados para el Banco del Bienestar: un barril sin fondo que chupa 15 mil millones de pesos de nuestros impuestos para comprar apoyo.

Y para sus proyectos faraónicos personales, como el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas, así como para tranquilizar al Ejército con 48 mil 779 millones de pesos en 2020, cuando éste apenas en 2007 tenía 5 mil 40 millones.

De ahí que el primero que ya se quitó la careta es el presidente y ande en furibunda campaña electoral, violando sus propios preceptos sobre ética y legalidad, pues como opositor fue quien logró que los presidentes tuvieran prohibido hacer campaña.

Pero ya en México no es tiempo de ceremonias: en dos años, Palacio Nacional hizo polvo montones de leyes escritas y no escritas para anular los contrapesos que encontró al llegar al poder. Viene un definitivo choque de trenes entre poderosos y anulados.

Eso, en un país esquizofrénico, en el que la gente cancela sus tarjetas de crédito, los negocios de barrios pierden un millón de empleos, el crimen domina la tercera parte del país.

Pero, siete de cada 10 apoyan al presidente.

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