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En el 2015, en el mundo fueron condenadas a la muerte 1,634 personas, que representa un aumento de 50 % con relación al 2014, y es la cifra más alta registrada desde 1989, según Amnistía Internacional (AI). Esta cifra no incluye a China, donde no existen datos oficiales, pero se estima que ahí se dieron por lo menos 1,300 ejecuciones. En ese caso el total sería de 2,934. Tampoco existen cifras de Corea del Norte, que elevaría el número.


De los países donde sí existe información oficial, la mayor cantidad de ejecuciones tuvo lugar en Irán, con 977. Los más de los casos por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Le sigue Pakistán con 320, Arabia Saudita con 150 y Estados Unidos con 28. En estos cuatro países se concentran 1,475 de las muertes, que son 90.2 % del total.


Si se toma el dato de las 2,934 ejecuciones, las que ocurren en China representan 44.3% de las que tienen lugar en todo el mundo. La cifra de la pena de muerte en este país se considera “secreto de Estado” y por eso no se da a conocer. Estudiosos del tema estiman que el número de las muertes ascienden a miles, pero sin determinar con exactitud cuántos de éstos.


Los países que realizaron ejecuciones pasó de 22 en el 2014 a 25 en el 2015. Entre los delitos que ameritan la pena de muerte están el narcotráfico, la corrupción, el asesinato, la blasfemia y el adulterio. De manera particular en los países donde se reconocen estos dos últimos a la hora de juzgar no se cumplen los criterios jurídicos internacionales, según AI.


Al finalizar el 2015 había por lo menos 20,292 personas sentenciadas a muerte en los países que todavía admiten esta práctica. Es posible que en el futuro algunos de estos condenados puedan ser exonerados. En el 2015 se les indultó o conmutó la pena de muerte a 71 de éstos. Es el caso de Nigeria con 41, Paquistán con 21 y Estados Unidos, China, Pakistán y Taiwán con uno en cada caso.


En el continente americano sólo Estados Unidos y Trinidad y Tobago impusieron penas de muerte en el 2015. En el primer caso, 28, siete menos que el año anterior, y en el segundo una. En Europa, sólo Bielorrusia impuso condenas de muerte. La gran mayoría de las ejecuciones se concentran en Asia y países musulmanes de medio Oriente y África.


De acuerdo con AI, los gobiernos que aplican la pena de muerte “continuaron arrebatando implacablemente la vida de muchas personas basados en la falsa premisa de que con la pena de muerte estamos más seguros”, pero añade que ahora “afortunadamente, los países que llevan a cabo ejecuciones constituyen una pequeña minoría cada vez más aislada. La mayoría de los estados ha dado la espalda a la pena capital, y en el 2015 cuatro países más eliminaron por completo de su legislación esta salvaje forma de castigo”, que son Madagascar, República del Congo, Fiyi y Surinam.



Este artículo fue publicado en El economista el 27 de junio de 2016, agradecemos a Rubén Aguilar Valenzuela su autorización para publicarlo en nuestra página.

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