Recomendamos: Los enemigos de la democracia, por Gil Gamés

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En páginas contiguas (a Gil le gusta escribir la palabra “contiguo”), el señor Pérez Gay, periodista de fuste y fusta, mju, se refirió al libro de Tzvetan Todorov: Los enemigos íntimos de la democracia (Galaxia Gutenberg, 2014). Gil se acercó a la mesa de lecturas pendientes (ésa es otra mesa, no la de novedades, no confundirse) y encontró el ejemplar de Todorov. Según el escritor búlgaro de lengua francesa, los enemigos interiores, íntimos, de la democracia son cuatro y forman ya una tendencia en el mundo occidental: el mesianismo, el ultraliberalismo, el populismo y la xenofobia. El sentido histórico de sus reflexiones aclara el panorama actual y convierte este libro en un documento, al día, para el porvenir inmediato de México. Gil repasa sus subrayados (sus­sub) y los arroja a esta página del directorio:


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En el conflicto con el totalitarismo, la democracia se enfrentaba a fuerzas que impedían la libertad de las personas. Se trataba entonces de una hipertrofia del colectivo en detrimento del individuo, y el propio colectivo estaba sometido a un pequeño grupo de dirigentes tiránicos. Pero, en el mundo occidental actual, una de las principales amenazas que pesan sobre la democracia no procede de la expansión desmesurada de la colectividad, sino que tiene que ver con el fortalecimiento sin precedentes de determinados individuos, que de golpe ponen en peligro el bienestar de toda la sociedad.


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El comunismo pasa de proyecto a realidad en Rusia a partir de 1917. Este acontecimiento acelera a su vez a los pensadores liberales, que ven en las prácticas comunistas la materialización de sus peores temores: la sumisión total del individuo al Estado, y al mismo tiempo la reducción de la economía a la aplicación de un plan decidido previamente por un órgano central. A partir de este momento entramos en una nueva fase de la evolución del liberalismo, que justifica que hablemos del neoliberalismo. […] Los liberales partiendo de determinados principios que defiende el pensamiento liberal clásico, aunque radicalizándolos y endureciéndolos, elaboran sus ideas en el contexto que dio lugar a la Revolución de octubre en Rusia y al ascenso del nazismo en Alemania.


Más información en: http://bit.ly/2mlOWOe

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