En el tribunal federal que resolvió que la UNAM no puede revelar el resultado de su investigación sobre el presunto plagio de la tesis de licenciatura de Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) coincidió una red de personajes vinculados con el oficialismo, prácticamente todos apuntados para participar en la próxima elección judicial, informó Animal Político.
Este jueves ese medio publicó el reportaje “Personajes cercanos a ministra Esquivel operaron fallo a su favor en el caso de presunto plagio de su tesis”, de Alfredo Maza, en el que se describe a detalle la red de relaciones alrededor de Esquivel Mossa que facilitaron el fallo a su favor para impedir que la UNAM publique los resultados del Comité Universitario de Ética sobre el plagio de su tesis presentada en 1987.
El trabajo periodístico encontró que Hermes Godínez Salas, quien fue el ponente del caso de la ministra, hasta hace poco fue secretario del magistrado Juvenal Carbajal Díaz en el Vigésimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. El asunto es que Carbajal Díaz fue secretario de Estudio y Cuenta de la ponencia de Esquivel Mossa y se mantiene como personaje muy cercano a ella incluso en lo personal, como lo exhibe en sus redes sociales a través de comentarios y fotografías.
Tanto Godínez Salas como Carbajal Díaz se cuentan entre los inscritos para continuar en el proceso de elección de juzgadores del año próximo. El segundo pasó el primer filtro y aparece en los listados del Poder Judicial y del Poder Legislativo, y aspira a formar parte del Tribunal de Disciplina Judicial. El primero también está inscrito por dos comités, los del Legislativo y Ejecutivo, pero pretende ser magistrado de un tribunal colegiado en materia administrativa.
Jorge Antonio Cruz Ramos, otro magistrado que aprobó la resolución a favor de la causa de Esquivel Mossa, también se apuntó en los comités del Ejecutivo y del Judicial, también en busca de un lugar en el Tribunal de Disciplina Judicial.
Otra anormalidad del caso de Esquivel Mossa es que en un principio fue turnado a la magistrada Liliana Hernández Paniagua, quien debería haber sido la ponente y encargada de hacer el proyecto de resolución. Pero fue removida del asunto y fue sustituida por Godínez Salas, secretario de acuerdos que actuó en funciones de magistrado.
El Pleno del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) fue el que aprobó ese movimiento. Su Comisión de Adscripción es integrada por Bernardo Bátiz Vázquez, expanista y ahora obradorista recalcitrante; Sergio Javier Molina Martínez, cuya esposa forma parte de la ponencia de Esquivel Mossa, además de Celia Maya García, quien fue candidata de Morena en tres ocasiones y hasta fue propuesta por Andrés Manuel López Obrador para ocupar el cargo de ministra de la SCJN. En todas esas ocasiones perdió, no así para el CJF.
De más está decir que Bátiz Vázquez, Molina Martínez y Maya García también están anotados para participar en la elección judicial.
Con esa red de relaciones Esquivel Mossa logró imponerle el silencio sobre su caso a la UNAM.
