Compartir

Ocho víctimas de los abusos sexuales de Marcial Maciel, líder de los Legionarios de Cristo, anunciaron que presentarán sendas demandas ante la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para exigir la reparación de los daños morales que les causó ese sacerdote católico.

La mayoría de las víctimas tiene más de 80 años, y los delitos fueron perpetrados contra ellos en su niñez. En entrevista con El País, el abogado Sergio Méndez, quien representará a los agraviados, dijo que las leyes mexicanas consideran imprescriptibles los delitos relacionados con la tortura, por lo que se alegará que sus representados “sufrieron una forma de tortura con los abusos cometidos por el cura Maciel cuando eran menores”.

De esa forma, estima el abogado, si el Estado mexicano reconoce esos abuso, “podrá exigir que se pidan disculpas públicas y que se pague una indemnización a las víctimas”.

Asimismo, informó que ante la indolencia que ante el caso han mostrado los juzgados federales (han argüido que no tienen competencia para tramitar esas denuncias), también se presentará una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Lo anterior se anuncia poco después de que se dieron a conocer los resultados de la investigación realizada por los propios Legionarios de Cristo, en el que se concluye que 33 sacerdotes pertenecientes a la congregación abusaron sexualmente de 175 menores (la mayoría de entre 11 y 16 años de edad), entre los que destaca su fundador, Marcial Maciel, con 60 casos no sólo de niños mexicanos, sino incluso extranjeros.

Según el informe, de los 33 sacerdotes que abusaron de los menores, el 45 por ciento ocupaba cargos de autoridad en la orden; ocho han dejado el sacerdocio, uno abandonó la congregación y 18 continúan en ella.

Además, 90 infantes fueron víctimas de abuso por parte de 54 seminaristas de la Legión, de los cuales sólo ocho fueron ordenados.

Sobre los procesos de justicia, los Legionario de Cristo señalan en su documento: “Civilmente, de los 33 sacerdotes, seis fallecieron sin ser juzgados, uno fue condenado, y otro –ya removido del estado clerical– está en juicio actualmente. Hasta ahora no han sido procesados por diversos motivos, como la situación legal en los diferentes países o los plazos de prescripción”.

Otro aspecto destacado, es que de los 33 curas abusadores, 14 habían sido víctimas de abuso sexual al interior de la orden.

El documento de los Legionarios de Cristo, que indica que los 175 casos se tratan de acusaciones sustanciadas: no hay duda de que ocurrieron y hay pruebas fehacientes de ellos, termina de la siguiente forma: “Hacer luz sobre el pasado, por doloroso que sea, es liberador y fundamento indispensable para construir el futuro”.

Entre los casos no juzgados se encuentra el del propio Maciel, quien en 2008 falleció a los 87 años de edad. En 2006, el papa Benedicto XVI conminó a Maciel a dedicarse a la penitencia y a la oración. Un par de años después murió sin haber pedido perdón por sus delitos y faltas.

Otro de los hechos que se revelaron en anteriores investigaciones sobre Maciel es que cuando menos había tenido hijos con un par de mujeres, a las que visitaba y daba sustento.

Pese a que muchos miembros de la Iglesia católica le demandaron disolver la orden de los Legionario de Cristo, Benedicto XVI se resistió a hacerlo, pero si ordenó que el Vaticano se hiciera cargo de ella para transformarla.

Autor