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Ilustración: Sunchica
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En etcétera he escrito en varias ocasiones, desde hace mucho tiempo, sobre la conveniencia de cambiar en México las normas técnicas para la operación de estaciones de radio en FM (Norma Oficial Mexicana, NOM-02-SCT1-93).
Actualmente, esas normas establecen que deben dejarse 0.8 megahertz (800 kilohertz) de separación entre dos estaciones que se encuentren transmitiendo; sin embargo, desde hace tiempo está demostrado en México y en el mundo que es posible el funcionamiento de la banda de FM con una separación de 0.4 mhz entre las estaciones. Obviamente, esto permitiría el ingreso al cuadrante de nuevas emisoras.
Norma técnica
La norma técnica vigente en FM fue pensada para equipos analógicos construidos en los años sesenta; actualmente las estaciones manejan sistemas digitales que permiten reducir los anchos de banda necesarios para transmitir sin afectar a las estaciones adyacentes. Desde los años noventa era posible difundir con 0.4 mhz de separación para el caso de estaciones de baja potencia; hoy se puede transmitir con varios miles de watts sin causar interferencias. El ejemplo más claro es la estación XHUIA FM, de la Universidad Iberoamericana, que transmite en los 90.9 mhz, en México DF, con una potencia de tres mil watts (que planea subir a diez mil) y una separación de 0.4 con respecto a Imagen Informativa (90.5 mhz) y Alfa Radio (91.3 mhz).
Arrepentimiento digital
Sin embargo, esta propuesta siempre fue rechazada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y por los concesionarios radiofónicos agrupados en la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión con el argumento de que se generarían interferencias para las estaciones ya establecidas.
Detrás de ese argumento se encontraba una actitud política, no técnica: la negativa de abrir la FM a otros grupos, personas o instituciones.
Ahora, súbitamente, la CIRT habría modificado su opinión y podría solicitar a la SCT el cambio de las normas técnicas con el fin de establecer los llamados “STS combos” o “Sistemas de Transmisión Simultánea AM-FM”. Este cambio de actitud habría surgido el pasado 9 de octubre durante los trabajos internos de la CIRT en la 49 Semana Nacional de Radio y Televisión.
Así lo reportó la Asociación de Radiodifusores del Valle de México en su portal de Internet (www.laradioenmexico.com): “Combos técnicamente viables. El comité de tecnología de la CIRT, que preside Arturo Zorrilla, informó que ha elaborado un documento de análisis de las perspectivas tecnológicas que advierte a las autoridades de la necesidad de otorgar frecuencias combo para las AM donde sea posible a través de medidas que contemplan incluso la reducción de la distancia entre emisoras de FM de 800 a 400 KHZ y siempre y cuando no generen interferencia a las FM actualmente establecidas.
Sobre la propuesta, Rogerio Azcárraga, concesionario de Grupo Fórmula, llamó a la industria a unirse en torno a esta solicitud, que a su dicho es perfectamente viable para rescatar a emisoras de AM, que pueden ser desplazadas con las innovaciones tecnológicas. Añadió que esto ya ocurre en muchas ciudades del mundo, e incluso en la ciudad de México existen algunas permisionadas que están a 400 KHZ (90.9; 95.7, por ejemplo) “sin interferir en la señal de sus vecinos…”. Los combos, como se sabe, son considerados por la CIRT un paso ineludible en la transición hacia la radio digital. Si en efecto su estrategia se propone migrar primero hacia la FM, estaríamos hablando de una postura favorable hacia la adopción en México del sistema estadounidense Iboc (In band on channel).
Nuevos radiodifusores
La CIRT, ahora que le conviene, se arrepiente de lo que sostuvo durante años acerca de que no era posible niconveniente reducir la separación entre las estaciones de FM. Por supuesto, los concesionarios no están pensando en la entrada de nuevos radiodifusores, sino en un beneficio exclusivo para su gremio.
No obstante, el hecho de que la CIRT acepte por fin que se reduzca la separación entre emisoras podría constituir un avance si logran establecerse acuerdos para que la medida no sólo favorezca a los actuales concesionarios, sino a otras entidades que ya participan en esta actividad (por ejemplo Radio Educación) o que aspiran a hacerlo. Actualmente son varias las universidades públicas y privadas que desean contar con una frecuencia radiofónica para realizar parte de sus actividades de extensión; igualmente, hay grupos de la sociedad civil que aspiran a establecer emisoras comunitarias, empresarios que desean ingresar con nuevas ideas al negocio radiofónico, y gobiernos, como el del Distrito Federal, que legítimamente quieren contar con una frecuencia.
Por ello, los términos en que debería realizarse una distribución de nuevas frecuencias no puede quedar exclusivamente en manos del gobierno y de la CIRT. No se trata solamente de cambiar la norma técnica y empezar a repartir combos. El país ya no está para eso. El Congreso de la Unión y las organizaciones de la sociedad civil interesadas en el tema tendrían que estar presentes en el debate y las resoluciones de un asunto que no es solamente de carácter administrativo.
