febrero 24, 2025

La BBC, en crack por violador serial

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Durante 40 años el nombre de Jimmy Savile fue motivo de orgullo para la British Broadcasting Corporation (Corporación Británica de Radiodifusión), cuyas siglas, BBC, integran una de las mayores redes de servicio en el mundo de radio, televisión e internet. En cuatro de las ocho décadas de existencia de la cadena, Savile fue una de las joyas de la corona del emporio mediático. El hombre presumía ser el primer DJ de la historia, al ser pionero en la utilización simultánea de dos tornamesas para hacer que la música no se interrumpiera entre pieza y pieza, una técnica que más adelante adoptarían los disc jockeys.

El excéntrico individuo, rubio platinado, siempre con un habano en la boca y ataviado de pesadas joyas y conjuntos deportivos estrafalarios, condujo dos de los programas de televisión más populares de los años 70 y 80, Top of the “Pops” y “Jim’ll Fix It”, un esfuerzo que fue reconocido por una gran cantidad de escuchas, sobre todo jóvenes de ambos sexos.

Hijo de un modesto oficial de imprenta, James Wilson Vincent Savile nació el 31 de octubre de 1926 en Leeds, Yorkshire. En la adolescencia sufrió una grave lesión en la columna mientras trabajaba en una mina de carbón. A la postre, el accidente cambió su vida de forma afortunada. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los bombardeos lo permitían, Savile acudía a un salón de baile donde laboraba como disc jockey. Con el tiempo, el DJ se convirtió en el gerente del lugar. Fue en ese salón donde el ex minero innovó con la utilización de dos tornamesas para que la gente no parara de bailar.

En 1958, Radio Luxemburgo capitalizó el éxito que Savile tenía como DJ y lo invitó a formar parte de su nómina. Diez años después el rubio conductor se unió a BBC Radio1, donde arrancó una carrera de 40 años con el programa Savile’s Travels, un espacio dominical en el que el hombre visitaba algún punto del Reino Unido para hablar en vivo con el público. De 1969 a 1973 creó un programa de debate llamado “Speakeasy”, en el que los adolescentes expresaban su opinión de acuerdo con un tema acordado de antemano. Con este espacio Savile ganó una reputación de líder de opinión entre los menores, una interacción de la que el conductor se benefició para bien y para mal.

Con paso firme, su carrera se mantuvo en el éxito hasta el final de sus días, y su liderazgo le permitió fungir como intermediario para obtener y distribuir donativos por un total de 40 millones de libras para diferentes obras de caridad.

Al morir, el 29 de octubre de 2011, a los 84 años, la BBC emitió diversos tributos a Jimmy Savile, destacando el lado más risueño de su carrera pública. Solo que no todo fue miel sobre hojuelas. Había un lado B en la personalidad del conductor que no era tan amable. Desde los años 70 se rumoraba que Savile tenía una marcada predilección por los adolescentes, advertencias que la BBC optó por ignorar.

Por ejemplo, Jeffrey Collins, un DJ que trabajaba para Savile en la ciudad de Leeds, declaró en una ocasión que “era del conocimiento público que [el conductor] metía chicas a su oficina”. Por su parte, Dennis Lemmon, supervisor de un club que Savile solía frecuentar, señaló que éste tenía una reputación ganada a pulso de que “iba por las más jóvenes”.

¿Por qué la BBC o las autoridades no tomaron cartas en el asunto e investigaron los rumores que circundaban al DJ? Savile era un hombre poderoso, con influencias en el mundo de la información y en la política. Un poderoso líder de opinión, no en vano tan solo uno de sus programas, “Jim’ll Fix It”, se mantuvo al aire casi 20 años ininterrumpidos, de 1975 a 1994. Y Savile no desconocía su poder. Cuando en un programa de televisión de 1999 le preguntaron qué tan cierto era lo que se decía que ocurría en su camerino, Savile, sin recato y tomando todo con chabacanería, simplemente respondió: “Allí [en el camerino] le pongo las manos arriba a todo lo que puedo”. La respuesta fue recibida con aplausos y risas por parte del público.

Un año después, en un documental realizado por Louis Theroux, Savile dijo que todo lo que se decía de él le había ayudado a construir un mito en torno a su persona. Incluso desdeñó las declaraciones que él mismo había hecho, de que era “un hombre sin emociones”, que “odiaba a los niños”; añadió que soportaba a los menores solo porque trabajaba con ellos. Quizá no toleraba a los niños, ¿pero qué hay de los adolescentes?

Predador al descubierto

Finalmente, el 3 de octubre de 2012, casi un año después de la muerte de Jimmy Savile, la cloaca se destapó. La cadena ITV presentó un documental “Exposure: The Other Side of Jimmy Savile”, el cual alcanzó casi 2 millones de espectadores en el Reino Unido. El especial de ITV presentó a varias mujeres, quienes expusieron el abuso sexual que sufrieron cuando eran menores por parte de Savile. Días después, el 19 de octubre, la Policía Metropolitana abrió una investigación penal “póstuma” centrada en el conductor. De acuerdo con las autoridades judiciales británicas, Savile abusó de al menos 300 personas en un lapso de 40 años, entre ellas decenas de adolescentes.

Para el comandante Peter Spindler, que, junto con otros 29 funcionarios participa en la investigación, el patrón de abusos de Savile tiene “alcance nacional”, añadiendo que hay una “particular predilección por las adolescentes”, aunque hay registros de que dos hombres afirman haber sido violados por el conductor cuando eran pequeños (uno de ellos, un repartidor de periódicos).

Con la investigación en curso, el Ministerio de Salud británico dio a conocer que conduce sus propias pesquisas internas, debido a que en 1989 Savile estuvo al frente de un equipo de trabajo que supervisó la gerencia del hospital psiquiátrico de alta seguridad en Broadmoor, el cual alberga entre sus pacientes a prominentes asesinos del Reino Unido. El problema es que al supervisor Savile nadie lo vigiló, y existen indicios de que el hombre de medios abusó de pacientes vulnerables. Otros hospitales en los que hay preocupación por la conducta del DJ son el Stoke Mandeville y el Leeds General Infirmary, en los que Savile fungió como recaudador de donaciones, y donde también estuvo en contacto con pacientes vulnerables.

Con base en la información a la que ha tenido acceso, el comandante Spindler no duda en señalar que Savile es uno de “los abusadores más prolíficos de la historia reciente” del Reino Unido. Agrega que en algunos casos Savile pudo ser apoyado por algunos cómplices.

Un presunto cómplice, al que la policía ya ha interrogado al ser encontrado culpable de ofensas sexuales a menores, es Gary Glitter, ex estrella pop que en 2006 fue encarcelado en Vietnam por cometer actos obscenos con menores. La imagen de Glitter, icono del glam rock de principios de los años 70, se ha visto bastante dañada por diversos arrestos, entre ellos el de 1997, que en 1999 se convirtió en convicción en el Reino Unido, por posesión de pornografía infantil.

Amistades de miedo

A finales de los años 80, durante su trabajo como supervisor del hospital psiquiátrico en Broadmoor, Jimmy Savile trabó una sólida amistad con dos de los internos más famosos de la institución: Ian Brady y Peter Sutcliffe. Si existe un hospital en el Reino Unido parecido al ficticio Asilo Arkham, que resguarda en sus habitaciones a los delincuentes más peligrosos de Ciudad Gótica, es el de Broadmoor.

Ian Brady, condenado a cadena perpetua, estuvo una larga temporada en el Broadmoor. Purga su condena por el asesinato de cinco menores, ocurridos en Gran Manchester entre 1963 y 1965. Brady y su cómplice Myra Hindley son conocidos como “Los Asesinos del Páramo”, pues fue en la zona pantanosa de Saddleworth donde enterraron a sus pequeñas víctimas, que de acuerdo con investigaciones ulteriores no serían cinco sino decenas.

Peter Sutcliffe, “El Destripador de Yorkshire”, mató a 13 mujeres, en su mayoría prostitutas. A finales de los años 70 y principios de los 80, Sutcliffe impuso un estado de terror en la población de Yokshire, donde aparecían mujeres con mutilaciones en vientre y genitales, además de extracción de órganos. De sus 13 víctimas, el desviscerador aceptó ser el culpable, excepto en dos de ellas, una de las cuales fue asesinada con un objeto contundente -posiblemente un martillo—, aunque ambas tenían marcas de mordidas en los senos. Estas dos víctimas no sufrieron extracción de órganos.

En noviembre de 2012, el periódico británico The Sun publicó una nota que destacaba que el 5 de febrero de 1977 apareció muerta, con la cabeza machacada, la prostituta Irene Richardson, de 28 años. Su cuerpo reposaba a unos cuantos metros del edificio en el que Jimmy Saville tenía su penthouse. Durante un interrogatorio después de ser detenido, Sutcliffe dijo que él no había matado a dos de las prostitutas de las 13 que le imputaban. Cuando se le preguntó a cuáles se refería, el destripador no dudó en decir que una de ellas era la que murió frente al edificio de Savile, lo que causó extrañeza en los investigadores, pues el domicilio del DJ no era del conocimiento público.

Jimmy Savile y Peter Sutcliffe eran nativos de la ciudad de Leeds. Cuando se encontraron en el hospital de Broadmoor se saludaron no como una par de personas que apenas se conocen sino como un par de amigos que no se han visto en mucho tiempo. De hecho, Saville siempre que visitaba Bradmoor lo primero que hacía era buscar a Sutcliffe, al que llamaba “amigo”.

Tras la muerte de Savile y una vez que la policía ordenó una investigación póstuma, los peritos forenses tomaron muestras del diámetro de la dentadura de Savile para compararla con las marcas archivadas en el expediente de Sutcliffe. Los resultados aún no se han dado a conocer, aunque aumentan las sospechas de que Savile haya participado en algunos asesinatos ocurridos en compañía de Sutcliffe o durante la época en que éste actuó.

De acuerdo con el profesor David Wilson, el mayor experto en asesinato serial de Gran Bretaña, la policía no investigó a fondo la posibilidad de que Sutcliffe haya cometido algunos de sus asesinatos con la participación de un cómplice, pese a que el destripador negó la colusión de Savile en dos de los homicidios. Los especialistas apuntan a que Savile pudo llegar al homicidio serial en su búsqueda de más y más emociones torcidas. Las familias de algunas de las víctimas de Sutcliffe han solicitado que se le pregunte a este asesino si Savile estuvo involucrado en la cadena de homicidios, tesis que el destripador ha negado.

El ex detective John Stainthorpe, que participó en las investigaciones que condujeron a la detención de Peter Sutcliffe, reveló en el documental elaborado por ITV que Savile fue una de las personas interrogadas como sospechoso, lo mismo durante el curso de los homicidios que después de la aprehensión del mutilador de Yorkshire. Lo que quedó claro para Stainthorpe es que ambos personajes compartían la carencia de emociones, así como el gusto por ver cadáveres.

Escándalo en la BBC

En lo que respecta a la BBC, la cadena informativa ha tenido que remar a contracorriente una vez que se destapó el escándalo que involucra a uno de sus legendarios conductores. Al morir Savile, la corporación tenía una investigación interna que señalaba los excesos del DJ, pero prefirió rendir tributo al rubio presentador y dejar para mejor ocasión el documento acusatorio, ya que, de acuerdo con el editor del programa “Nightwish”, Peter Rippon, no existían suficientes bases editoriales que justificaran la salida al aire de la historia.

Una vez que el Estado británico decidió congelar los bienes de Jimmy Savile, tasados en unos 6 millones de dólares y después de que en el programa “Nightwish” implicó erróneamente al ex tesorero del partido conservador Alistair McAlpine en un caso de presunto abuso sexual, el director general de la BBC, George Entwistle, tuvo que acudir al Parlamento británico a defender a la cadena pública frente al escándalo de pederastia que señala al conductor Savile.

El intento por restaurar la imagen de la BBC fue infructuoso. Días después, Entwistle tuvo que renunciar a su cargo de director general, y Peter Rippon hizo lo mismo por ser el editor del programa “Nightwish”, por ocultar la información que afectaba al corporativo.

En noviembre pasado, el director general de BBC Trust, Chris Patten, fue sincero al expresar públicamente que la cadena debe asumir una revisión total de sus políticas internas y recuperar rápidamente la confianza del público tras el escándalo Savile; de lo contrario, dijo Patten, la BBC está acabada. Está por verse si la BBC retoma el nivel de confianza que por muchos años mantuvo en números negros. Aunque reza la leyenda: “Del desprestigio nadie regresa”.

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