Debido a la negligencia y al encubrimiento en que se mantuvo al padre Fernando Martínez Suárez, los Legionarios de Cristo estarán bajo investigación de la Santa Sede, según lo expresó la congregación mediante un comunicado.
Según la información presentada por los Legionarios de Cristo, “la Congregación se someterá a una investigación, en coordinación con el Dicasterio competente de la Santa Sede, para individuar las responsabilidades personales por negligencia o encubrimiento en este caso”.
La orden también comunicó que sus miembros también manifestaron que colaborarán tanto en la investigación interna como con las instancias civiles, además de que, dijeron los Legionarios, “nos avergonzamos de los abusos cometidos por Fernando Martínez Suárez, por la negligencia de la Congregación en la gestión de las denuncias del pasado y por la falta de una acogida adecuada a las víctimas”.
Y añadió: “Una vez más pedimos perdón a ellas y a sus familias. Nos duele su sufrimiento y deseamos aliviarlo”.
Para atender a las víctimas y para proponer medidas para reparar los daños que se les hayan causado, el director territorial, Ricardo Sada, estableció una Comisión Interdisciplinar, en la que incluso participarán miembros externos a la organización religiosa.
Asimismo, la congregación agradeció a la Santa Sede su decisión ágil y clara sobre Martínez Suárez, al que el pasado 13 de enero le fue notificada la pérdida del estado clerical.
Los Legionarios de Cristo también se comprometieron a continuar e intensificar el diálogo y el intercambio, y a practicar los estándares de ambientes seguros que se establecieron desde 2015 para prevenir el abuso de menores y dar respuesta a las denuncias.
A Martínez Suárez se le habían comprobado ochos casos de abuso de menores entre 1990 y 1993 en colegios de Cancún, Quintana Roo, y en la Ciudad de México.
En ese contexto también se informó que Eloy Bedia Diez, quien ha sido acusado de ser uno de los encubridores de Martínez Suárez, renunció al Capítulo General de los Legionarios de Cristo.
“Delante de Dios puedo afirmar que en ningún momento encubrí el hecho de los abusos, pues llegaron a ser de conocimiento común”, dijo en su carta de renuncia el sacerdote Bedia Diez.
Asimismo, hoy se dio a conocer el caso de Biani López-Antúnez, una de las víctimas de abuso sexual de Martínez Suárez en el Colegio Cumbres de Cancún, quien a sus 10 años denunció en una carta los abusos que ella y varias de sus compañeras sufrieron.
Apenas la semana pasada Martínez Suárez había aceptado su responsabilidad en delitos de pederastia, en ocasión de lo cual la orden emitió el miércoles pasado un comunicado en el que expresó lo siguiente: “La Congregación de los Legionarios de Cristo ha informado hoy a sus miembros de que Fernando Martínez Suárez, que se reconoció culpable de delitos de abuso sexual contra menores de edad, resultado del proceso ante la Congregación de la Doctrina de la Fe, por el bien de la Iglesia (pro bono Ecclesiae) ha perdido el estado clerical y ya no podrá ejercer el ministerio sacerdotal, aunque, por decisión de la Santa Sede, sigue perteneciendo a los Legionarios de Cristo”.
Además, la congregación le pidió perdón no sólo a las víctimas sino incluso a Martínez Suárez “por los abusos que él sufrió y por no haberle ayudado adecuadamente cuando salieron a la luz los abusos que él había cometido”.
