Pocos lo conocían hace dos meses
Pero en tan breve lapso, Juan Guaidó se ha convertido en una de las figuras más destacadas de la actualidad venezolana y global.
Con su decisión de desafiar al poder de Nicolás Maduro, el hasta entonces anónimo opositor Juan Guaidó saltó a la fama y reactivó las tensiones políticas en Venezuela.
Según sostienen él y sus seguidores, las elecciones de mayo en las que Maduro se alzó con la presidencia no fueron limpias, por lo que el dirigente chavista debe ceder el poder.
El pasado 23 de enero Guaidó invocó la Constitución para declararse “presidente interino” y poner fin a lo que considera la “usurpación” de Maduro, que no tardó en acusar a su inesperado rival de haberse puesto al frente de un plan “golpista” orquestado por el gobierno de Donald Trump desde Estados Unidos.
Se abría así una lucha por el poder aún no resuelta.
“Un líder creíble”
A comienzos de año la oposición venezolana se encontraba en uno de sus peores momentos.
Frustrados sus sucesivos intentos de derribar a Maduro, con una dirigencia cuestionada por su incapacidad para construir una alternativa unitaria y unas bases decepcionadas después del esfuerzo realizado y los muertos en las protestas de 2017, las formaciones opositoras habían perdido fuerza y crédito.
Pero la aparición de Guaidó propició una recuperación inesperada.
Paola Bautista Alemán, politóloga y dirigente del partido opositor Primero Justicia le dijo a BBC Mundo que “Guaidó ha logrado cristalizar la esperanza de que un cambio político es posible“.
Reconocido como líder por todas las fuerzas del antichavismo, Guaidó, miembro de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, consiguió también que la oposición recuperara la iniciativa política que había perdido tiempo atrás.
Bautista se felicita porque Guaidó “ha logrado imponer la agenda” y ahora el gobierno de Nicolás Maduro se ve obligado a seguir un papel “reactivo”.
Luis Vicente León, presidente de la firma de encuestas Datanálisis ve en Guaidó “un líder que unifica”, y que ha sabido ponerse al frente de “una oposición claramente mayoritaria”, del “deseo monumental de cambio” que detecta en el país.
La irrupción del “presidente encargado” se vio favorecida por el apoyo de la mayoría de los países de la Unión Europea y de América Latina y, sobre todo, por el firme respaldo de Estados Unidos.
Sus gobiernos dieron un paso diplomático de gran calado y con escasos precedentes al reconocerlo provisionalmente como jefe de Estado, negándole tal condición a Maduro.
Muchos entonces pensaron que el sucesor de Hugo Chávez claudicaría en poco tiempo y Guaidó podría entrar triunfalmente en Miraflores, una sensación alimentada por los propios mensajes del “presidente encargado”, que daba por amortizado a su oponente, hasta el punto de evitar mencionarlo o hablar de él en pasado.
Pero, aunque más cuestionado que nunca, Maduro sigue en el poder y hace una semana se anunció una próxima remodelación de su gobierno.
Más información: https://bbc.in/2TrQxBi