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El sábado pasado, a las 15:19, corrió como pólvora un tuit dramático: “Estoy roto amigos y amigas, gracias por hacerse presentes, más tarde les doy información sobre el cobarde asesinato de mi hermano, estoy en este momento por entrar a reconocer el cuerpo”.

Venía de la cuenta @Politiconsultor. Esa madrugada, en la colonia Arboledas del Sumidero, en Xalapa, Veracruz, se había localizado el cuerpo del activista y defensor de derechos humanos, Abiram Hernández Fernández.

Abiram tenía 37 años. Su trabajo consistía en acompañar la búsqueda de justicia de familiares de desaparecidos, en un estado en el que ha sido encontrada la fosa clandestina más grande de América Latina (la de Colinas de Santa Fe, con 298 cuerpos metidos en bolsas).

De hecho, la presión de Abiram fue decisiva para que se fincara responsabilidad al ex director de Servicios Periciales, Gilberto Aguirre Garza, a quien el gobierno de Miguel Ángel Yunes había ascendido como fiscal regional a pesar de estar acusado de ocultar cuerpos hallados en fosas, y de simular la creación de un supuesto banco de datos de ADN, cuyos reactivos sencillamente “se perdieron”.

El activista fue asesinado a golpes dentro de su vivienda. Los asesinos habían forzado la cerradura. El forense indicó como causa de la muerte “traumatismo craneoencefálico severo con exposición de masa encefálica”.

Con ese asesinato estaba cerrando prácticamente el cuarto mes de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Uno de los más violentos en nuestra historia reciente.

De diciembre de 2018 a febrero de 2019, según los datos del Observatorio Nacional Ciudadano, se cometieron en el país 13 mil 025 homicidios dolosos. Para Francisco Rivas, director del Observatorio, la cifra representa un aumento de 13% en relación con el mismo periodo del año anterior.

Se trata, por lo demás, del primer trimestre de gobierno más violento en los últimos cuatro sexenios: es 48% peor que el primer trimestre de Enrique Peña Nieto, y 150% que el primero de Felipe Calderón.

En el conteo de homicidios dolosos realizado por Lantia Consultores, que dirige Eduardo Guerrero, el alza resulta también significativa: 4,234 asesinatos en el primer bimestre de 2018, contra 4,826 del primero de 2019.

El cuarto mes de AMLO no fue mejor. Comenzó propiamente en Salamanca, Guanajuato, con la ejecución de 15 personas en el centro nocturno La Plaza Men’s Club: tres o cuatro camionetas llegaron de madrugada al lugar y de ellas descendieron hombres con el rostro encapuchado. Se dirigieron a la entrada, y comenzaron a disparar.

Apenas dos semanas antes, en una vivienda de la colonia Francisco de Asís, la policía había encontrado los cuerpos de seis personas acribilladas. Pero la matanza del centro nocturno fue replicada en medios de todo el mundo —“de Estados Unidos a Irán”, según reporta un medio de comunicación guanajuatense.

Más información: http://bit.ly/2TMdq2G

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