Por lo menos 126 personas murieron, entre ellos 68 niños, y decenas más resultaron heridas luego de que la tarde del sábado estallara en Alepo un camión cargado con explosivos junto al tren que efectuaba la evacuación de pobladores acordada el viernes por el régimen y los rebeldes de Siria.
De acuerdo con información difundida este domingo por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el estado de gravedad de varios de los lesionados podría incrementar el número de víctimas mortales en las próximas horas.
Testigos del atentado refirieron que un vehículo, que supuestamente llevaba ayuda humanitaria se impactó con el convoy formado por unos 75 vagones, antes de que explotara.
La operación de desplazamiento de población se vio interrumpida en una zona insurgente situada al oeste de Alepo, controlada en su totalidad por el régimen desde diciembre. Enel momento de la explosión se encontraban aproximadamente 5 mil personas, en su mayoría procedentes de las Al Fua y Kefraya.
Mientras tanto, otros 2.mil 200 civiles y combatientes procedentes de las localidades de Madaya y Zabadani, en la capital Damasco, se encontraban también retenidos por las tropas leales al presidente Bachar el Asad en Ramusa, un intersección de carreteras en el ala suroeste de Alepo.
Las cuatro localidades evacuadas se encontraban asediadas desde 2015 por las respectivas fuerzas en disputa. El acuerdo para el traslado de la población fue alcanzado el pasado marzo con la mediación de Irán, aliado del Gobierno, y de Qatar, que apoya a la oposición, aunque no había podido instrumentarse por las desconfianza mutua entre las partes tras más de seis años de guerra civil.
(Con información de AFP y Reuters)
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