En abril de 2018, en un evento de su campaña para ser gobernador de Jalisco, el candidato de Morena Carlos Lomelí Bolaños, dijo que denunciaría a aquellos que se hubieran enriquecido con el dinero que el gobierno destina a la salud de los mexicanos.
“Vamos a detener ese saqueo que estamos viviendo los sistemas de salud y vamos a darle cuentas a la gente de quién fue la persona y las personas que han usado el dinero de la salud del pueblo para enriquecerse y llevárselo a los bolsillos”, dijo Lomelí.
Lomelí perdió la elección en Jalisco, pero fue nombrado delegado de la Secretaría de Bienestar para Jalisco, eso que conocemos como superdelegado.
Aquella declaración no era gratuita, desde la campaña Lomelí había sido señalado como socio de una red de empresas farmacéuticas que solo entre 2012 y 2019 vendieron miles de millones de pesos en medicinas al gobierno. Lomelí ha aceptado participar en cuatro de las empresas de esa red y así lo declaró en su 3de3, pero niega participación en otras cinco; una de ellas, Abastecedora de Insumos para la Salud (Abisalud) ganó, en lo que va de 2019, más de 164 millones de pesos, adjudicados por dos gobiernos emanados de Morena: el federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y el de Veracruz, representado por Cuitláhuac García. Seis de las ocho contrataciones de Abisalud en 2019 fueron otorgadas bajo la modalidad de adjudicación directa.
Una investigación que se publica hoy por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, realizada por Valeria Durán y Laura Sánchez, documenta que en las empresas en las que Lomelí no reconoce participación alguna colaboran las mismas personas que en las empresas que sí reconoce como suyas, entre otros su esposa y su ex esposa, sus hijos, y otros familiares así como colaboradores cercanos de Lomelí, como su ex secretario particular y su ex coordinador de campaña. Además, las empresas comparten direcciones en un predio adquirido por Lomelí en 2008 en donde hoy hay un edificio.
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