‘Videoescándalos’: ‘Niño verde’, Bejarano, Cadena…

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La historia de los videoescándalos políticos en México sigue sumando años y protagonistas. La práctica de “poner un cuatro” a algún político, grabar un video en donde se le involucre en actos de corrupción — ciertos o falsos— para luego filtrar la pieza audiovisual a un medio de comunicación, tiene relativamente poco tiempo en nuestro país.


Política y tecnología


Los videoescándalos en México pertenecen al siglo XXI y obedecen a dos razones: la peculiaridad de la política nacional y el avance tecnológico. En lo político están relacionados con la lucha por el poder y la existencia de elecciones competidas: los videoescándalos generalmente se usan para tratar de “bajar” a un político que encabeza las preferencias electorales o para quitarle posiciones de poder. Durante el siglo XX, el PRI no tenía necesidad de grabar a políticos de manera clandestina y filtrar los videos correspondientes porque su control sobre el aparato electoral y mediático era casi absoluto.


En lo tecnológico, la acelerada reducción en el tamaño de las cámaras de video ha permitido colocarlas en sitios donde quienes son elegidos para ser balconeados no pueden percibirlas. Todavía en la primera década de este siglo un videoescándalo requería de la televisión, como medio de origen, para tener éxito; ahora, en la época de la convergencia digital y la difusión multiplataforma, eso ya no es condición: el video puede tener a internet como medio de origen y circular por diversas plataformas, entre ellas la tv.


Canal 52


Todo indica que el primer videoescándalo en México fue el que involucró, en febrero de 2004, a Jorge Emilio González Martínez, el Niño verde, grabado cuando presuntamente negociaba “el apoyo” para construir en Cancún un complejo turístico en zona de reserva ecológica a cambio de recibir dos millones de dólares; en esa época el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), liderado por González Martínez, gobernaba ahí.


El video del Niño verde fue filtrado por dos integrantes del PVEM — Santiago León y Arnold Ricalde— al programa periodístico que entonces conducían, en el Canal 52 de MVS, Carmen Aristegui y Javier Solórzano; en conferencia de prensa, León reconoció que él hizo la grabación y luego la entregó personalmente a Aristegui. La intención, dijo, era “quitar” a González de la presidencia del PVEM debido a “sus actos de corrupción” (cosa que, por cierto, no logró).


Televisa


Por supuesto, “el padre de los videoescándalos” sigue siendo el protagonizado en marzo de 2004 por René Bejarano y Carlos Ahumada. En esa oportunidad la difusión estuvo a cargo de Televisa y la entrega del material —todavía en formato Betamax— fue hecha por el panista Federico Döring, entonces diputado federal, al payaso Brozo. La intención era “golpear políticamente” al entonces jefe de gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, quien entonces, como ahora, encabezaba las encuestas preelectorales para la Presidencia de la República (Bejarano era el “operador político” de AMLO).


Carlos Ahumada aseguró en una pieza audiovisual difundida por el noticiario de Carmen Aristegui en XEW (https://www.youtube.com/watch? v=U76a63QM9bE) que entregó el video a Diego Fernández de Cevallos y que en la estrategia para difundirlo habrían participado Carlos Salinas de Gortari y el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel.


El Universal


Hace unos días, El Universal fue elegido para publicar en su sitio de internet un video donde se ve a la señora Eva Cadena, ahora ex candidata a presidenta municipal de Las Choapas, Veracruz, por Morena, recibir 500 mil pesos “para entregarlos a López Obrador”, según le pide una mujer de quien solamente se ve una mano que entrega fajos de billetes a doña Eva: ésta asegura que el dinero provino de “un empresario veracruzano” llamado Alexis García. El Universal no ha hecho referencia alguna sobre quién le filtró el archivo digital con el video.


¿Cuántos políticos y empresarios han empleado el recurso de grabar videos “comprometedores” de sus adversarios?


¿Cuántos han sido captados en esa situación? ¿Cuántos de esos videos no se han hecho públicos gracias a la negociación entre los involucrados? Y sobre todo: ¿cuántos videos permanecen, filosos y amenazantes, en espera de ser filtrados y difundidos?



Este artículo fue publicado en Milenio el 27 de abril de 2017, agradecemos a Fernando Mejía Barquera su autorización para publicarlo en nuestra página.

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