El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo confiar en que el conflicto con Bolivia se resuelva por medio del diálogo y la política; llamó a que las autoridades del aquel país recapaciten y se respete la soberanía de la embajada de México en aquella nación sudamericana; según el mandatario, ni siquiera en tiempos de la dictadura de Pinochet en Chile, se había presentado una amenaza contra nuestras sedes diplomáticas.
“Acerca de la situación de Bolivia, esperemos que se recapacite y que se respete el derecho de asilo, y que se aleje cualquier tentación de tomar o vulnerar nuestra soberanía al querer penetrar en nuestra embajada, en la embajada de México en Bolivia; eso no lo hizo ni Pinochet. Yo espero que prevalezca la sensatez; que prevalezca, por encima de todo, la política”, expresó.
Previamente, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que el gobierno mexicano acudirá a la Corte Internacional de Justicia y la ONU para denunciar lo que se considera un acto intimidatorio por parte del gobierno “de facto” en Bolivia, esto en referencia al operativo policial y militar en las inmediaciones de la embajada de México en La Paz, con el objetivo de detener a algunas de las personas que están ahí en calidad de refugiadas.
Indicó que la decisión obedece a que las autoridades de aquel país se han negado a atender los llamados desde el Gobierno de México para que se respete su sede diplomática y se retire la vigilancia policíaca excesiva que se desplegó en sus alrededores, a fin de que se haga cumplir lo establecido en la Convención de Viena sobre las obligaciones de los gobiernos en torno a las embajadas y otras instalaciones diplomáticas de otros países.
“Como no hemos recibido respuesta acorde a los principios internaciones de respeto, y no sólo respeto, garantía a la integridad de las sedes diplomáticas, consideradas estas como parte del territorio nacional de los países que representan, el día de hoy México está presentando un instrumento jurídico ante la Corte Penal Internacional por violación a obligaciones diplomáticas. ¿Qué es lo que planteamos? Que se preserve y se respete la integridad de las instalaciones y de quienes están al interior de esas instalaciones que se consideran parte del territorio mexicano, por eso estamos recurriendo a la Corte Penal Internacional, además, como ya dije, de la Organización de las Naciones Unidas”, manifestó. (El canciller corrigió después que en realidad se trata de la Corte Internacional de Justicia y no la Penal, cuya misión es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra, de agresión y de lesa humanidad).
Ebrard Casaubon fue cuestionado en torno a las declaraciones que la canciller de Bolivia, Karen Langaric, hiciera en una entrevista con el portal de noticias La Silla Rota, en el sentido de que el gobierno de Andrés López Obrador busca desestabilizar en Bolivia con el fin de intervenir en el proceso electoral que tendrá lugar en esa nación. La funcionaria atribuyó tal situación a la amistad que une a López Obrador con Evo Morales. Al respecto, el responsable de la política exterior negó tales versiones y acusó que este tipo de argumentaciones se usaban en las dictaduras de los años 70 para justificar violaciones a las sedes diplomáticas. Precisó que la protección a los refugiados es un principio de derecho internacional y no tiene que ver con el injerencismo.
“Nada más apartado de la realidad. Nosotros no tenemos ningún interés más que se respeten y se haga valer el derecho internacional. Esas acusaciones respecto a México las van a encontrar también en los 70 cuando fueron los golpes militares, cuando quienes lo vivimos de algún modo, lo recordamos. Pero ¿qué es lo que México está haciendo? Llegaron nueve personas, nos pidieron asilo, México les concedió asilo. ¿Eso es injerencista? No, hay una confusión. Derecho de asilo para los perseguidos no es injerencismo, es la defensa de uno de los derechos sustantivos del derecho internacional y de los derechos humanos. Eso es lo que está haciendo México. Por cierto, eso mismo se pudo haber argumentado cuando fue la Guerra Civil española o cuando se recibió a la comunidad judía en los años 30 que eran perseguidos por el nazismo. México siempre ha sido leal a la protección del derecho de asilo, es parte sustantiva de nuestra tradición y yo diría de una de las mejores tradiciones de México en el ámbito de la política exterior, y es lo que estamos defendiendo nada más, es lo que estamos defendiendo”, argumentó.
El canciller descartó, por el momento, el retiro del personal diplomático de la embajada de México en Bolivia y señaló que será el último recurso para resolver este conflicto. Indicó que la razón principal de esto son los 10 mil mexicanos que residen en aquella nación y que requieren la salvaguarda de sus derechos.
“Nosotros no retiraríamos nuestra representación en Bolivia, entre otras razones, hay muchas, pero hay una comunidad de 10 mil mexicanas y mexicanos. Lo más sencillo sería decir: Bueno, cerramos la embajada, cerramos el consulado, pero lo que me ha pedido el presidente es que tengamos mucho cuidado, porque hay 10 mil personas mexicanas y mexicanos que viven allá y que por cierto ocupan una buena parte del trabajo de la embajada y del consulado. Lo haríamos como un último recurso, espero que no lleguemos hasta allá porque tendría ese gran inconveniente”, expresó.
Cabe recordar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue de los primeros en felicitar al expresidente Evo Morales por su reelección, aun cuando el proceso fue impugnado y no se había emitido una resolución final por parte de las instancias electorales. A partir de entonces, los opositores a Morales cuestionaron esta actitud por parte de las autoridades mexicanos y el conflicto se agudizó cuando el gobierno de López Obrador decidió concederle asilo y llevar a cabo activismo político desde territorio mexicano.
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