Con 56 votos a favor, 27 en contra y una abstención, la Asamblea Constituyente aprobó el Artículo 11 de la Constitución Política de la Ciudad de México, contenido en el capítulo de Libertades y Derechos.
El diputado del PRD, Jesús Ortega, dio lectura al dictamen aprobado en el que se establece que: "Toda persona tiene derecho a la autodeterminación y al libre desarrollo de una personalidad. Este derecho humano fundamental, el de la determinación y el libre desarrollo de una personalidad, deberá posibilitar que todas las personas puedan ejercer plenamente sus capacidades para vivir con dignidad. La vida digna contiene implícitamente el derecho a una muerte digna".
Durante la discusión del proyecto, los asambleístas del PAN, Cecilia Romero y Gonzalo Altamirano Dimas, así como las priistas Yolanda de la Torre y Lizbeth Hernández Lecona y el representante del Partido Encuentro Social, Hugo Erik Flores, entre otros, intentaron infructuosamente que se incluyera en la Constitución el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Argumentaron que la Asamblea Constituyente vulneró tratados internacionales que México ha suscrito, en el que se garantiza este derecho a la vida. Asimismo alegaron que se desatendieron las demandas de diversas asociaciones de la sociedad civil.
En la Ciudad de México, desde el 2008 se aprobó la Ley de Voluntad Anticipada que establece que antes de perder facultades por una enfermedad, una persona tuviera derecho de renunciar a cualquier tratamiento que alargara la vida, cuando se hubiese diagnosticado una enfermedad terminal.
Cuestionado sobre por qué no se incluyó expresamente el término “eutanasia” en el dictamen aprobado, el diputado Jesús Ortega, respondió que hay palabras que generan suspicacias o malas interpretaciones, como que se está a favor de la muerte y en contra de la vida. Sin embargo, subrayó que lo importante es que ha quedado estipulado el derecho de la gente a tener una muerte digna.
(Con información de La Jornada y Reforma)
