Según el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se enteró por los medios de comunicación de la existencia del proyecto de reforma judicial, cuya autoría se atribuye a la Fiscalía General de la República (FGR) y el cual contempla, entre otros puntos, considerar la difamación como un delito.
Cuestionado al respecto por la politóloga Denise Dresser, el mandatario reaccionó a la defensiva y negó cualquier participación de su parte en esta iniciativa. Alegó que la Fiscalía es autónoma y él no interviene en su funcionamiento; reiteró que contrario a lo que sus adversarios piensan, su gobierno no es como los anteriores y será garante de las libertades.
“Nuestros adversarios, que creen que somos iguales que los gobernantes de otros tiempos, hicieron todo un escándalo, o sea, les puedo explicar cómo me enteré de esta supuesta ley. De repente viendo El Financiero, que lo veo diario porque me importa mucho ver si se aprecia o se deprecia nuestro peso, es una nota que sigo diario, veo ahí, ya ven que numeran, una, dos, tres, las más importantes informaciones, y veo ahí: ‘Nos quiere encarcelar a todos, nos va a meter a la cárcel a todos’. Entonces, me llamó la atención. Resulta que ese que quería meter a la cárcel a todos, ese hombre autoritario, casi dictador, era yo. Y ahí me entero de que había una ley donde se iban a cancelar todos los derechos, ahí me enteré. No la ha visto, no la conozco; entonces, no tiene nada que ver con nosotros. Nosotros tenemos el compromiso de garantizar la libertad de expresión, de manifestación de las ideas, el derecho a disentir. Nosotros venimos de un movimiento donde enfrentamos el autoritarismo, denunciamos falta de democracia”, manifestó.
En este contexto, Dresser le planteó el caso del académico Sergio Aguayo, quien tras ser demandado por daño moral por el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, fue condenado por un juez a pagar una indemnización de 10 millones de pesos y para asegurar dicho pago ordenó el embargo de sus bienes. La analista anotó que de prosperar el proyecto de reforma, se corre el riesgo de que casos como éste se multipliquen y se criminalice el trabajo periodístico. Al preguntarle si habrá un compromiso de su administración para evitar esto, el presidente, molesto, le replicó que aun cuando tiene diferencias con el “conservadurismo”, no es como los antes y por lo tanto, se deslindó una vez más de dicho proyecto.
– ¿Se compromete a que no se hará un uso faccioso del aparato del Estado para perseguir una persona como a veces parecería que ocurre desde esta tribuna?, le dijo Dresser
– Pues lamento mucho, Denise, que me confundas con los gobernantes anteriores.
– No lo confundo, simplemente estoy exhibiendo el hecho de que su gobierno trabaja con insumos para una reforma judicial y se parecen a mucho de lo que se hacía en el pasado, señor presidente.
– Para empezar, lo que dices no es cierto, no tengo nada que ver con la supuesta reforma.
– Pero el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, sí.
– El fiscal general, en el caso de que sea cierto ¿sí?, es autónomo, creo que eso sí lo sabes. Y ya no es el tiempo de antes, de la simulación. Yo no estoy acostumbrado a tirar la piedra y a esconder la mano, yo doy la cara. Tengo diferencias con el conservadurismo. Ahora que se pelean en el caso, por ejemplo, de Moreira del PRI, Calderón del PAN, nada más voy a dar un dato que sí puedo probar: Quien exonera a Moreira es Calderón, lo hace la procuraduría, sí, aseveró el mandatario.
La politóloga insistió en preguntar a López Obrador qué hará en caso de que se presente dicha iniciativa en los términos en que se filtró a los medios; él aseguró que será respetuoso de la libertad de expresión, sin embargo, arremetió de nuevo contra los “conservadores” y el “hampa del periodismo” que por falta de información o dolo, distorsionan y difaman para afectarlo. No obstante, dijo, aun ellos serán libres de expresarse.
“Vamos a respetar siempre el derecho a la libre manifestación de las ideas y no se va a censurar a nadie, no lo hemos hecho. A diferencia de los conservadores, nosotros tenemos ideales, tenemos principios, pero sobre todo nos importan mucho el aplicar el principio de que la política es un imperativo ético, nos importa mucho la moral pública; el conservadurismo, su doctrina es la hipocresía. Entonces, somos distintos, somos diferentes, eso se va a ir entendiendo. Hay quienes por falta de información nos confunden y hay quienes, porque tienen posturas distintas a las nuestras, inventan, o sea, difaman con la máxima del hampa del periodismo de que la calumnia cuando no mancha, tizna”, fustigó.
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