De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), entre 2012 y 2018 se registraron en todo el país un total de 12 mil 374 asesinatos de mujeres en donde las víctimas presentan golpes, rastros de violencia sexual o mutilación; pese a ello, las procuradurías y fiscalías de las diferentes entidades federativas, sólo clasificaron como feminicidios, esto es, poco más del 24%.
Por medio de solicitudes de información vía transparencia, los investigadores de MCCI establecieron que en los 9 mil 318 casos de mujeres asesinadas restantes, las instancias de procuración de justicia consideraron que no cumplían con las condiciones para ser tipificados como feminicidios, sin embargo, en una revisión a los expedientes proporcionados se pudo constatar que en aproximadamente el 50%, sí presentaban las características estipuladas en el en el Código Penal, por ejemplo, violencia sexual, mutilación, antecedentes de amenazas o agresiones por parte del victimario o que su cuerpo haya sido exhibido en un lugar público.
“Casi la mitad de los homicidios de mujeres que debieron haber sido juzgados como feminicidios no fueron investigados como tales por las fiscalías, por lo que esos crímenes no fueron analizados con perspectiva de género y en algunos casos los culpables habrían recibido penas menores”, se lee en el informe.
En su investigación, MCCI señaló que en el periodo de análisis ocurrieron 739 resoluciones condenatorias y 105 absolutorias. Sin embargo, al requerir la información sobre los motivos que llevaron a los jueces a determinar la exoneración de los presuntos homicidas, sólo les proporcionó copia de 18 sentencias absolutorias, esto es, que la constante en las procuradurías y fiscalías estatales es la opacidad
De la revisión de dichas resoluciones, se desprende que la absolución se dio en la mayoría de los casos por fallas en el debido proceso, no por acreditarse la inocencia del presunto homicida. Esto sucedió a pesar de que se contaba con videos, testimonios, escenas del crimen o dictámenes periciales que no se evaluaron debidamente.
“El feminicidio ocurre no solo a manos de un victimario, sino encubierto o permitido de facto por todo el sistema de justicia de los estados, que encima reservan los expedientes donde quedaría exhibida su impericia y negligencia”, concluye MCCI.
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