Sally Quilian Yate, procuradora general interina, ordenó este lunes a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto por el presidente Donald Trump.
"Soy la responsable de garantizar que las decisiones que tomemos en los tribunales sean compatibles con la obligación solemne de esta institución: buscar siempre la justicia y defender lo que es correcto", escribió Yates en una carta que más tarde envió a todos los abogados de ese Depatamento.
Yates asimismo dijo no estar "convencida" de que la orden ejecutiva de Trump sea "legal".
En este sentido, la posición del Departamento de Justicia es un ejemplo de la profunda división existente en la administración Trumpista en aspectos tan importantes como seguridad nacional e inmigración.
"Durante el tiempo en que yo soy fiscal general en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en pro de la orden ejecutiva, a menos que se convenza de que es apropiado hacerlo", agregó.
De acuerdo con la prensa internacional, mañana, Jeff Sessions, nominado por Trump para ser el próximo fiscal general, podría ser ratificado por el Senado, causando así que Yates sea removida de su cargo y que la posición de la dependencia (tal vez) se modifique.
El presidente Trump no se ha pronunciado aún sobre la decisión de Yates.
(Con información de The New York Times)
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