Donald Trump resultó ser otro presidente que desestimó el cubrebocas y las medidas de sana distancia. Terminó contagiándose. Lo mismo le había sucedido a Boris Johnson, el primer ministro británico, o a Jahir Bolsonaro, el presidente brasileño. Sólo que Trump es el mandatario de la economía más grande del planeta y ahora hay incertidumbre sobre lo que puede pasar con la recuperación, los mercados, las elecciones de EU, y el T-MEC con México.
Donald Trump hizo exactamente lo contrario que había recomendado: fue al hospital.
¿Usted recuerda la primera recomendación de Trump a la población en plena pandemia? Usar desinfectante, es más, inyectarse desinfectante, algo que incluso la FDA (la agencia sanitaria) y la misma empresa de Lysol pidieron que la gente no hiciera.
Trump no siguió su propia recomendación. No se inyectó desinfectante. Fue a un hospital y le dieron mucha más medicina que un paracetamol. Le suministraron un coctel de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron (REGN-COV2), todavía en experimentación. También le aplicaron la medicina más famosa de Gilead Sciences, el Remdesivir, de la cual Estados Unidos acaparó las existencias. Y le añadieron vitaminas D y zinc… por el momento.
Trump no se cuida. No usa cubrebocas, pero hay un ejército de médicos y especialistas a su alrededor.
TRUMP-AMLO Y BIDEN
Desde el viernes es un misterio el estado de salud del inquilino de la Casa Blanca. Quien sí tuvo problemas de oxigenación. La Casa Blanca lo desmiente. La incertidumbre es lo peor para los mercados y para las economías.
Las reacciones en México han sido diversas. El presidente López Obrador ha sido proclive a Donald Trump. Lo fue a visitar a la Casa Blanca para agradecerle la firma del T-MEC, el nuevo acuerdo comercial, o más bien el TLC segunda generación. López Obrador apoyó a un Donald Trump justo al inicio de la campaña presidencial, en donde se disputa los próximos cuatro años con Joe Biden, el candidato demócrata y quien toma más fuerza cada vez.
No sabemos si se va a renegociar el T-MEC si gana Biden. O si Trump seguirá siendo el candidato republicano. O si Mike Pence asume la presidencia momentáneamente. Incertidumbre. Hubiera sido más fácil usar el cubrebocas.
ETIQUETADO SENCILLO… CONMÉXICO DICE QUE ENGAÑA
El nuevo etiquetado frontal de alimentos, ya puesto en vigor, funciona para los consumidores. Es claro y sencillo. Se entiende. Pero la queja de ConMéxico, la alianza de grandes empresas de productos de consumo, es que el etiquetado puede ser engañoso.
El nuevo etiquetado está basado en 100 gramos o 100 mililitros. Y ¿si un diabético quiere tomarse un pequeño chocolate o una pastilla de menta? No es exceso en azúcares. Las porciones y la cantidad sí cuentan.
También ha sido desconcertante, para muchos, encontrar vegetales (lechugas, espinacas) con exceso de azúcares, por ejemplo.
El nuevo etiquetado es un avance para el consumidor. Pero sí puede mejorarse. De hecho, se habla de alrededor de 40 amparos de empresas en contra del etiquetado frontal de alimentos procesados.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 05 de octubre de 2020. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.