La cantidad de contagios por COVID-19 aumentó notablemente debido a las recientes vacaciones en que millones de personas en el mundo dejaron de tomar precauciones, deploró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien, no por primera vez, dijo que la pandemia “está lejos de terminar” y agregó que en los últimos días las muertes a nivel mundial se han incrementado 5%.
En conferencia de prensa, dijo que es de lamentar que millones de personas se olviden de las medidas básicas de prevención. En algunos países los restaurantes, mercados y centros de diversión “están repletos”, dijo.
A su vez, la jefa del equipo AntiCovid de la OM, María von Kerkhove señaló que “estamos en un punto crítico. La trayectoria de la pandemia está subiendo exponencialmente y ésta no es la situación en la que deberíamos estar en el décimo sexto mes de la pandemia y contando con medidas de prevención que han probado que funcionan”.
Lo dicho por los funcionarios deja en claro que tal situación no es exclusiva de México. En días pasados, durante las vacaciones de Semana Santa o spring break, como se conocen en otros países, las playas se vieron repletas, tanto por turistas nacionales como extranjeros.
“Varios países de Asia y Oriente Medio han experimentado grandes aumentos en los casos de covid-19, a pesar del hecho de que ahora se han administrado más de 780 millones de dosis de vacuna en todo el mundo”, señaló Ghebreyesus.
Es de enfatizar que esa cantidad de vacunas es poco más del 10% de la población mundial.
Sin embargo, la diferencia con otras naciones es que México se encuentra en el segundo lugar en el mundo por cantidad de muertes y prácticamente el último en la calidad de la gestión de la pandemia.
Al respecto, hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que era “comprensible” que la gente buscara relajarse y dijo que su gobierno no quiso prohibir salir, acudir a hoteles, playas ni restaurantes, porque en primer lugar defiende la libertad. Esto, a un par de semanas de haberse reducido la llamada “segunda ola” mexicana, desatada tras las festividades decembrinas.
Ghebreyesus dijo que la presente semana arranca con un incremento de 9% en los contagios y 5% en las muertes con respecto a la semana previa. “La confusión, complacencia y la inconsistencia en las medidas de salud pública y su aplicación están impulsando la transmisión del COVID-19 y cobrando vidas”, dijo.
Criticó también que muchas personas jóvenes crean que la enfermedad es similar a una gripe, pues aun cuando millones de personas se han recuperado, arrastran secuelas cuyos alcances todavía no se comprenden.
Según el director de la OMS, a nivel mundial los casos de contagios y muertes se redujeron en enero y febrero. Fue justo el periodo en que en México se dispararon, para ir disminuyendo ligeramente su ritmo en marzo. Aún así, la noche de este 11 de abril, la Secretaría de Salud informó que el país tiene 209 mil decesos oficialmente reconocidos y anunció que ocho estados de la República se encuentran en semáforo verde.
Ghebreyesus dijo este lunes que la pandemia podría contenerse en “cuestión de meses”, pero naturalmente, ello depende de que gobiernos y sociedades implementen medidas de prevención y contención y que las vacunaciones avancen de manera igualitaria en todos los países.
Cabe recordar que cuando se hizo la declaratoria de pandemia, el 30 de enero de 2020, el director de la OMS dijo: “estamos a tiempo”. Pero sus advertencias no fueron debidamente tomadas en cuenta.
Él también ha hecho reiterados llamados a evitar el acaparamiento de vacunas por parte de naciones ricas, ya que eso lleva a que las sociedades más desarrolladas puedan vacunar rápidamente a sus poblaciones, mientras que las naciones pobres quedan desprotegidas. Thedros ha dicho que el desequilibrio en el acceso a las vacunas es “escandaloso” e inmoral. De todas las vacunas aplicadas, apenas 0.2% se han aplicado en naciones pobres.
Eso, aunque pudiera parecer que coloca en ventaja a los países que más vacunas aplican, no es verdad, ya que el que existan grandes cantidades de personas sin vacunar promueve la continua replicación del virus, el surgimiento de nuevas cepas para las que las vacunas existentes pueden no ser eficaces. Si a eso se suma que el flujo de personas entre países es incesante, los contagios son sumamente factibles.
