Lo que subyace en la declaración del titular de Marina no es otra cosa que la concepción que tiene el Presidente de los aparatos de justicia y lo que provocan sus sistemáticas declaraciones sobre el tema.
La afirmación trató de ser matizada, pero no hay que darle mucha vueltas a las cosas porque es contundente: “parece ser que el enemigo lo tenemos en el Poder Judicial”.
No se puede soslayar que la justicia merece un sinfín de críticas. Sin embargo, señalarla como lo hizo el almirante crea un estado de mayor repudio lo cual no tiene asidero, las generalizaciones por principio no ayudan porque se pierde de vista que al interior de los aparatos de justicia no sólo son sombras también hay muchas luces.
Pasar por alto que una buena cantidad de jueces hacen un gran trabajo a pesar de todas las limitantes que los rodean es no sólo injusto sino es omitir cuál es el estado real de las cosas. La justicia en México enfrenta un deterioro histórico, presiones de toda índole y un acecho brutal de la delincuencia organizada.
Muchos jueces de manera genuina intentan defender con la ley en la mano la justicia. No es nada fácil ser juez en un país como el nuestro. La descomposición social alcanza a la justicia la cual en muchas ocasiones termina bajo la discrecionalidad y enormes presiones que viene a colocar a los jueces en coyunturas en que queda en riesgo su propia vida.
Es por esto que resulta imprudente, por decir lo menos, lo expresado por el titular de Marina. La justicia en México es un tema integral tiene que ver con todos los aparatos que conforman la organización de la sociedad y tiene que ver también con el gobierno, el cual lleva más de dos años y medio en el poder y ya es responsable de muchas de las cosas que están pasando en el país.
Los jueces, sin dejar de reconocer que existen quienes lucran y no hacen debidamente su trabajo, también enfrentan muchos problemas por la forma en que se presentan los casos. El gobierno se puede quejar y señalarlos indiscriminadamente, pero también debe saber que en ocasiones las investigaciones que presentan a los magistrados son insuficientes, lo cual no permite sentencias que pudieran eventualmente satisfacer sus demandas; dicho de otra manera, a menudo los jueces no tienen cómo hacerle porque no tienen de dónde asirse con las carpetas que les presentan.
La declaración del almirante también pasa por alto lo que sucede al interior de las Fuerzas Armadas y la Marina. Uno de los grandes problemas que hemos enfrentado es que estos cuerpos de seguridad han sido señalados y demandados por la forma en que actúan.
Son inevitablemente parte de todo un esquema integral del cual no tienen manera de aislarse; no son pocas las ocasiones en que la Marina y el Ejército han sido señalados, incluso demandados, por violaciones a los derechos humanos.
Habrá que preguntarse por qué el Poder Judicial “parece un enemigo”. Si lo que se quiere es que se responda en automático de manera favorable a los muchos casos que se presentan ante los jueces, habrá que considerar qué tanto los casos están bien presentados; qué tanto las leyes tienen huecos por donde se cuela la liberación de presuntos responsables o responsables de delitos; qué tantas presiones reciben los jueces y qué tanto se está creando un ambiente contra de ellos, a veces con tintes de linchamiento, con declaraciones como la del titular de Marina.
Una vez más reiteramos, las declaraciones del Presidente son al mismo tiempo explosivas y expansivas, si no, que le pregunten al almirante.
RESQUICIOS
Si bien algunas encuestas muestran que se ven venir elecciones cerradas, no hay indicios de que a Morena le vaya ir mal o algo parecido. La alianza opositora tendrá que plantearse si sólo basta con juntarse para ir en contra del Presidente y su partido; no hay signos de que baste sólo con ello por más que tengan su público.
Este artículo fue publicado en La Razón el 25 de mayo de 2021. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.