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Centro histórico, Ciudad de México

Historia

El convento y la iglesia de Santo Domingo se fundan en 1527, poco después de la llegada de los dominicos a la capital del Virreinato en 1526. Es la primera casa fundada por la Orden de Predicadores (OP) en América. En 1527 el gobernador Alonso de Estrada concedió a los frailes una encomienda de cuatro pueblos lacustres:  Ciuitláhuac, Mixcoac, Zumpango y Xalcotan.

La construcción del conjunto conventual empezó de inmediato. Para 1529 el edificio estaba en condiciones de ser ocupado, pero el proyecto era tan ambicioso que en 1531 la Audiencia informó desfavorablemente a la reina de la obra, pero ésta decidió que la obra continuara con el trabajo de los indígenas.

El gran edificio se terminó en 1532. En 1544 la construcción estaba por arriba del nivel de la calle rodeado por un atrio amurallado con capillas posas en las esquinas. El abastecimiento de agua se hacía por el acueducto de Chapultepec a través de conductos subterráneos. En 1552 la inglesa de una nave amenazaba con caerse, el rey Felipe II ordenó su reconstrucción. En 1558 se inicia la obra con fondos de la corona.

En 1569 estaba a punto de terminarse. Desde 1563 el maestro encargado de la obra fue Ginés Tala o Talaya, quien trabajó en la Ciudad de México hasta después de 1593. En 1602 se estimó el costo a cargo de la corona en 160,000 pesos que era una suma fabulosa. En 1573 las construcciones estaban en mal estado que implicó reparaciones costosas a cargo de la corona.

Entre 1576 y durante la década 1580 hubo derrumbes y deterioros en diversas partes del conjunto, que era muy grande. Las nuevas construcciones se inauguran en 1571, se abren al público en 1576 y se consagraron en 1590. Para 1607 el edificio se había hundido 2.75 metros. Enel siglo XVIII toda la iglesia fue reconstruida y consagrada en 1736 (G. Kubler). Obra del arquitecto Pedro de Arrieta. A finales del siglo XVIII se introdujeron cambios en el interior con decoraciones neoclásicas de Manuel Tolsá.

Este convento fue cabeza de la Provincia de Santiago en México y centro de formación de los dominicos. En este monasterio vivieron notables teólogos, filósofos, inquisidores, lingüistas, científicos y artistas. De aquí partieron los primeros frailes a realizar las fundaciones de la Mixteca alta de Oaxaca y también de Puebla, Zacatecas, Morelos y el Estado de México.

Después de tres siglos, con la aplicación de las Leyes de Reforma, que incluía la de desamortización de los bienes eclesiásticos, el 12 de enero de 1861 se exclaustró a la comunidad, y le fueron incautados sus bienes. Tras la salida de los frailes el convento y la iglesia fueron saqueados casi inmediatamente. Se les confisca la biblioteca y dispersa su archivo.

Descripción

Atrio

A mitad del siglo XIX, la barda del atrio fue demolida y se convirtió en la Plaza 23 de Mayo que forma parte de la iglesia.

Al frente la Plaza de la Corregidora donde estaba el quemadero de la Inquisición.

Iglesia

Exterior

La fachada consta de tres elementos: la portada, a la izquierda la torre con el primer cuerpo cubierto de tezontle y a la derecha un muro de tezontle. Se construye en el siglo XVIII y es obra del arquitecto Pedro de Arrieta. El estilo es barroco.

Tiene tres cuerpos. En el primero una puerta de arco de medio punto alargado flanqueando por las esculturas de san Agustín y san Francisco de Asís. En el segundo, en el centro, un tablero de piedra con un relieve de Santo Domingo recibiendo, en presencia del Espíritu Santo, el báculo de peregrino de manos de san Pedro (a la izquierda) y las epístolas de san Pablo (a la derecha).

En el tercer cuerpo, en medio de dos ventanas, un tablero con el motivo de la Asunción de María. En el primer y segundo cuerpos podemos apreciar seis columnas en cada uno. En la portada de la fachada oriental, sobre la puerta hay un relieve de Santo Domingo y San Francisco de Asís que sostiene la basílica de San Juan de Letrán.

Vista de la torre por la parte de atrás

Interior

La iglesia tiene planta de cruz latina y una sola nave cortada en el norte por un transepto. La bóveda es de cañón, fue construida con tezontle y se sustenta en arcos de cantera. Tanto la nave como el transepto tienen en sus extremos ábsides semicirculares, con enormes retablos. Los dos retablos dorados del transepto son obras barrocas del siglo XVIII. El del brazo oeste fue terminado en 1754 y está dedicado a la Virgen de Covadonga y el del brazo está a la Virgen del Camino.

El coro, situado sobre la entrada de la iglesia, tiene forma de herradura con tribunas que se proyectan sobre la nave y es, en conjunto, una de las más bellas partes de la iglesia. La sillería de madera labrada es del siglo XVIII y en la parte central de la pintura adosada al muro se localizan, de arriba hacia abajo, la Trinidad, en medio la Virgen María y más abajo Jesús crucificado, centro del conjunto.

A los costados de la nave, hay once capillas, dedicadas a San Pedro de Verona, la Virgen de los Dolores, la Divina Providencia, la Virgen del Rosario, Santa Catalina de Siena, el Señor del Rebozo, el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de la Luz, San José, la Virgen de Guadalupe y San Martín de Porres. El Señor del Rebozo es una rara advocación muy venerada en esta iglesia, y los fieles le ofrendan un rebozo cuando se ha cumplido su petición. Otras veneraciones importantes son las de la Virgen del Rosario y San Martín de Porres.

El altar mayor es obra neoclásica de Manuel Tolsá. Se divide en dos cuerpos con 18 columnas festonadas. Lo adornan dos óleos, varias esculturas con medallones dorados y lienzos que escenifican pasajes de la vida de la Virgen María. El Cristo del altar mayor es la imagen más antigua de la iglesia, data del siglo XVI, está elaborada con pasta de caña de maíz y es conocido popularmente como El Cristo del Noviciado.

La sacristía, al lado derecho del presbiterio, alberga importantes obras pictóricas del barroco novohispano, como La imposición de la casulla a San Ildefonso, atribuida al fraile dominico Alonso López de Herrera, y La Lactación de Santo Domingo, de Cristóbal de Villalpando.

En la iglesia está enterrado Pedro de Moctezuma, uno de los hijos de Moctezuma II, muerto en 1570. Y también está la tumba del conquistador y explorador Francisco Vázquez de Coronado. El guio una expedición hacia el norte descubriendo lo que hoy es el Sur de Estados Unidos.

Convento

Entrada de lo que fue el Convento

El convento está al lado izquierdo de la iglesia. El conjunto sufrió daños irreparables con la desamortización de los bienes de la Iglesia a partir de las Leyes de Reforma. Es cuando se abre la calle de Leandro Valle, que divide a la iglesia del convento y se destruye buena parte del mismo al igual que   las capillas que rodeaban a la iglesia.

Celdas del convento

En lo que fue el convento desde 1995 está el Centro Cultural del México Contemporáneo (CCMC), del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE). De 1995 a 2000, aquí también operó la Biblioteca Nacional de Educación (BNE), que luego cerró sus puertas.

Lo que queda del edificio original es el “El Patio de los Generales” que a su alrededor estaban los pasillos del claustro alto y bajo. Se pueden ver algunas de sus paredes. Hay también algunos salones con frescos del siglo XVI-XVII.

De las capillas destruidas por la apertura de la calle Leonardo Valle solo queda la Capilla del Señor de la Expiración. La más importante era la Capilla del Rosario construida por el arquitecto Lorenzo Rodríguez (el constructor del Sagrario de la Catedral) y es considerada una de las más bellas de la ciudad. De ésta el único elemento que se conserva es la reja, que está en la Capilla del Rosario actual.

Comentario

Del siglo XVI solo quedan vestigios del convento y algunos frescos. Duele que se haya destruido y también las capillas. Todo en aras de una falsa modernidad. La iglesia del siglo XVIII de Pedro Arrieta es muy buena. El altar neoclásico de Manuel Tolsá es una gran obra de arte.

La iglesia luce mucho con la plaza-atrio y luego con la Plaza de la Corregidora o de Santo Domingo, que fue el quemadero de la Inquisición. La iglesia tiene grandes tesoros artísticos de la época de la Colonia. Ahora me queda más claro cómo se perdió el convento y que se conservó. Ahora la calle Leonardo Valle se ve muy bien.

Vestigio del convento

Fuentes consultadas

  • Notas de mis visitas
  • Kubler, George, Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, FCE, México, 1983.

Visitas

En 1973 hice la primera visita para conocer bien el conjunto conventual y tomé notas. En 2016 realicé una visita muy cuidadosa y escribí muchas notas. A lo largo de los años he estado muchas veces el lugar. Siempre encuentro algo nuevo.


Twitter: @RubenAguilar

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