La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, condenó el uso excesivo de la fuerza en Cuba y llamó con urgencia al gobierno a liberar a los manifestantes arrestados y a proteger plenamente el derecho a la libertad de opinión y expresión.
Asimismo, exigió que se levanten totalmente las restricciones impuestas para acceder a internet y redes sociales.
La funcionaria se manifestó en torno a lo ocurrido en la isla tras las masivas protestas ciudadanas hasta este viernes 16 de julio, en que llamó al gobierno de Miguel Díaz Canel a que “respete y proteja plenamente los derechos de todas las personas a la reunión pacífica y a la libertad de opinión y expresión”.
En comunicado de prensa, Bachelet, quien en redes sociales había sido criticada por internautas debido a su silencio en torno al tema durante toda la semana, dijo que se encuentra “muy preocupada” por el “presunto uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes en Cuba y el arresto de un gran número de personas, entre ellas varios periodistas”.
Dijo que es “especialmente preocupante que entre ellas haya personas presuntamente incomunicadas y personas cuyo paradero se desconoce. Todas las personas detenidas por ejercer sus derechos deben ser liberadas urgentemente”.
También condenó las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y que, según dijo, son las que mantienen a Cuba sumida en una grave crisis económica.
Fue esta situación de carencia la que originó las protestas, inéditas en la historia cubana, que no solo exigieron medicamentos y alimentos, sino un alto a la dictadura de Díaz Canel, quien es el sucesor de Raúl y Fidel Castro, en un régimen que lleva 60 años al frente de Cuba.
Las protestas iniciaron el sábado, se hicieron masivas el domingo y continuaron hasta el lunes 12 de julio.
Según reportes de Human Rights Watch, hubo una persona muerta, decenas de heridos y más de 200 detenidos.
Esto está pasando en #Cuba. Los cuerpos del régimen están reprimiendo violentamente a manifestantes pacíficos que piden LIBERTAD.#SOSCuba
Cortesía: @CubaAdn pic.twitter.com/pK1vQkp5bt— Yusnaby Pérez (@Yusnaby) July 15, 2021
En respuesta, el gobierno cubano autorizó lo que antes estaba prohibido: que los ciudadanos puedan ingresar al país alimentos, medicamentos y productos de higiene sin tener que pagar aranceles. Esto, como una forma de calmar los ánimos ciudadanos, pero que no resuelve de fondo la grave crisis en la que vive la población ni tampoco responde a la exigencia de libertades políticas.
Al respecto, el escritor cubano Leonardo Padura, residente en La Habana, expresó que las manifestaciones del 11 de julio son un “grito de desesperación” que debe ser escuchado.
“Para convencer y calmar a esos desesperados el método no puede ser las soluciones de fuerza y oscuridad, como imponer el apagón digital”, criticó.
“Un grito que es también el resultado de la desesperación de una sociedad que atraviesa no sólo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas”, señaló, en un comunicado difundido por la agencia AFP.
“Resulta necesario que lleguen las soluciones, unas respuestas que no solo deberían ser de índole material sino también de carácter político, y así una Cuba inclusiva y mejor pueda atender las razones de este grito de desesperación y extravío de la esperanza”.
Padura, al igual que Bachelet, señaló como causa de la crisis el embargo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde 1962.
Sin embargo, numerosos especialistas en política internacional aseguran que mientras Estados Unidos sostiene un embargo hacia Cuba, decenas de países comercian habitualmente con la isla, cubanos en el exterior envían remesas y el Estado cubano cobra diversos servicios ofrecidos a otros países, sin que el resultado de todas esas acciones se traduzca en beneficios a la población, debido al férreo control que el gobierno mantiene sobre la ciudadanía.
Se señala como ejemplos el hecho de que hay tiendas, productos y servicios prohibidos para los cubanos, pero permitidos para los turistas. Así como el hecho de que mientras las remesas son enviadas en dólares, los cubanos tienen que cobrarlas en moneda local, con una enorme pérdida de valor en la transacción.
Otras de las medidas que según los expertos tienen a Cuba sumida en la crisis, es la prohibición de comerciar libremente, y la obligación de atenerse a las escasas remesas, a los regalos de los turistas y al magro sueldo que ofrece el Estado.
Muestra de lo anterior es el elevado nivel de vida que exhibe la élite política que gobierno la isla.
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