Tiripetío, Michoacán
Toponimia
Tiripetío, palabra purépecha que literalmente quiere decir “Lugar de oro”.
Historia
Época prehispánica
La Relación de Michoacán dice que a mediados del siglo XIV, durante el reinado de Tariacuri, sus sobrinos Hirepan y Tangaxoan conquistaron Tiripetío y su región. A partir de entonces se integra como una población del Reino de Michoacán, que tenía su capital en Tzintzuntzan.
Convento
En 1537, cuatro años después de la llegada de los agustinos a la Nueva España, los frailes de la Orden de San Agustín (OSA) fundan la primera misión en Michoacán, el Convento de Tiripetío. El encomendero Juan Alvarado, en un viaje a la Ciudad de México, solicita al prior provincial de los agustinos el establecimiento de una misión en Tiripetío. Se compromete a ayudarles en la edificación de la iglesia y el convento.
“Para el año 1533, la Audiencia reconoció la encomienda de Tiripetío como perteneciente a un personaje de una muy poderosa familia llamado Juan de Alvarado, quien señalaba que Cortés le había asignado el pueblo desde 1524 por sus servicios en la conquista” (Igor Cerda Faría).
La Orden de San Agustín destina de inmediato a fray Juan de San Román y a Diego de Chávez y Alvarado, sobrino de Pedro y Juan de Alvarado, a dar inicio al proyecto. Tiempo después llegaría fray Alonso de la Veracruz para fundar y dirigir la Escuela de Altos Estudios.
El 22 de mayo de 1537 salen los frailes de la capital de la Nueva España y llegan a Tiripetío el 12 de junio. Desde un inicio empiezan su trabajo con la traza del pueblo y la construcción del conjunto conventual. Ellos mismos levantan la primera vivienda que son unas celdas, que daban a la casa del encomendero. Más tarde construyen una iglesia provisional y un amplio refugio para la congregación indígena.
n 1539 se concluye la estructura de un convento permanente con un pequeño claustro de mampostería y techo de madera. Tenía 14 celdas en el segundo piso y en el primero estaban el refectorio, la sala De Profundis, la sala general de estudio y la despensa. La iglesia se inicia en 1538 y se termina en 1548. Sus muros eran de mampostería y lucía una fachada con columnas. El techo era “de media tixera toda llena de artesones”. Se instaló también un retablo que tiene la fecha de su terminación (G. Kubler).
Los frailes y los indígenas fueron auxiliados por un grupo de oficiales españoles que residían en la Ciudad de México traídos por el encomendero. Llegaron al pueblo el mismo año de 1537, y adiestraron a los indígenas y a los mismos frailes en los trabajos de cantería y herrería. Es un hecho poco común contar con este apoyo.
La planeación urbana, el abastecimiento del agua y las construcciones religiosas se hicieron al mismo tiempo. Todos los gastos fueron sufragados por el encomendero. Insistía en que hubiera colindancia entre su casa y el convento.
Más tarde, después de concluir Yuriria, fray Diego de Chávez regresa a Tiripetío, para “terminar una portada de Iglesia, que avía comêcado de vunas ricas columnas”. En 1640 el fuego consume el interior de la iglesia. Los servicios se trasladan al refectorio abovedado, que es quizá el espacio mencionado por fray Basalenque como construido en 1602-1605.
Fray Escobar, que en 1722 fue prior de Tiripetío, ofrece valiosa información sobre la iglesia original. Sostiene que la sacristía que sobrevivió al fuego se utilizó por mucho tiempo como iglesia. Estaba totalmente decorada con pinturas murales “al temple pintadas, y es que en aquel tiempo (1548) aún no corría el óleo en la pintura”. El conjunto se reconstruye en el siglo XVII (1650). De mediados del siglo XIX es la apariencia actual de la iglesia y del convento que se ha reconstruido desde 1940-1941 (G. Kubler).
En 1540 fray Juan de San Román y fray Diego de Chávez y Alvarado se dirigieron a la región de Tierra Caliente, Michoacán, donde fundaron “doctrinas”. En el siglo XVI, los agustinos llegaron a tener 40 en la región.
Colegio Mayor
En 1540 fray Alonso de la Vara Cruz, prior del convento, establece el Colegio Mayor de la Orden Agustiniana con el objetivo de preparar a los religiosos con buena formación académica; formar misioneros que continuaran el trabajo de evangelización en la lengua materna de los indios; formar y enseñar a los laicos. Es la primera casa de estudios superiores que hubo en la Nueva España.
Los estudios en el colegio de Tiripetío dan inicio en 1541. Se siguen los patrones educativos de las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares en España. El estudio de las artes se basaba en la filosofía con siete materias: el Trivium (gramática, lógica y retórica); el Cuadrivium (astronomía, geometría, aritmética y música) y Teología, que comprendía las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de grandes pensadores de la Edad Media como San Agustín, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino.
Los estudios organizados por fray Alonso iniciaban con la Lectio y los Comentarios (lectura y explicación de algún texto teológico o filosófico); seguían las Sumas (desarrollo por parte del maestro de la obra elegida); a continuación, venía el Disputatio con sus Quaestiones disputatae (dialéctica de la obra en todos sus aspectos) realizadas cada catorce días, y las Quaestiones quodlibetales donde la discusión sobre temas libres era más profunda y solemne. Se efectuaban dos veces al año, por Pascua y Navidad.
Había un estricto horario para las clases. Se impartían de las ocho a las doce horas y de las trece treinta a las veinte horas. El cronista fray Manuel González de Paz, escribió:
(…) mucho antes de las siete estaban ya recojidos para el manejo de sus Cartapacios (…) A las ocho se tocaba para juntarse en la Aula donde se tomaba razón de lo recomendado a la memoria; Y esto y el notar el Lector sus Parraphos, duraba más o menos hasta las diez, o ya con explicación, o con algo de réplica, y conferencia, Conforma se hacía lugar. Dadas las diez se recojían a su estudio, hasta (…) las onze (…) A las tres entravan en el Aula a dar segunda lección, y a escribir para el otro día, que duraba con la explicación hasta las cuatro, y media; en este tiempo se retiraban a su recogimiento, y a las cinco entraba a rezar en tonillos sus completas, todo terminaba a las seys desde aquí iban a su colación, y lo que restaba de tiempo hasta la siete tenían de conferencia entre sí en el claustro travandose unos con otros, y solo assistiendolos el Lector, desde lexos, pñara dirimir alguna dificultad, y evitar cualesquiera confussion o dessención”.
En 1541 destacaba un estudiante laico, don Antonio Huitziméngari, hijo de Tangáxoan Tzintzicha, el último caltzontzin de Michoacán, asesinado por Nuño de Guzmán. Hablaba purépecha, español, latín y aprendió algo de griego y hebreo. Tocaba la vihuela. Tradujo al purépecha los Evangelios, las Epístolas de San Pablo, y escribió una historia de su pueblo. Sus obras lamentablemente están perdidas.
Fue gobernador de la provincia de Michoacán por 17 años, que en ese entonces era la más extensa y poblada de la Nueva España. Tenía fama de sabio. Su poder se extendió hacia la frontera norte, donde encabezó a miles de guerreros purépechas que, junto a los españoles, combatieron a los chichimecas y guachichiles en la etapa de expansión del poder colonial.
Descripción
Atrio
El atrio es amplio y pienso conserva la traza original del siglo XVI. Una parte del atrio está frente a la iglesia y el portal de peregrinos y el otro frente al convento y el colegio.
Cruz atrial
Está en el atrio frente la iglesia. No es del siglo XVI. No ubico de cuándo puede ser (ver la siguiente fotografía).
Portal de peregrinos
Lo que fue le portal de peregrinos, la entrada al convento, cuenta con tres arcos de medio punto. Son de mampostería. Entre uno y otro arco hay columnas
Iglesia
- Exterior
La fachada es la portada. A la que se añade un frontón adornado con macetones. La portada tiene dos cuerpos que están enmarcados en dos columnas acanaladas. En el primero al centro un arco de medio punto. A sus lados dos nichos con imágenes. Y luego dos pilastras a cada lado. En total cuatro. En el segundo al centro una ventana ovalada. Se repiten las dos pilastras a cada lado. En total cuatro. El estilo es renacentista.
De menor calidad arquitectónica es la torre que está hacia atrás. Tiene cinco cuerpos y una cúpula de remate. En el tercer cuerpo dos arcos de medio punto alargados a sus lados. En el siguiente son cuatro arcos de medio punto, uno de cada lado.
En la pared izquierda hay tres contrafuertes y en la derecha dos. Hay estudios sobre los mismos.
- Interior
Es una nave de tipo basilical con 16 columnas de madera que se sostienen en una base de cantera. El techo es abovedado de madera.
La nave mide 53.50 metros de largo por 15.30 metros de ancho. La altura es de 10.50 metros. El grosor de los muros es de 1.54 a 1.72 metros.
El altar mayor y los laterales son neoclásico.
Convento
Lo que fue el convento y colegio tiene un patio rectangular. No hay arcadas.
Comentario
Los frailes de la Orden de San Agustín (OSA) llegan a la Nueva España en 1533 y solo cuatro años después, en 1537, fundan el conjunto conventual de Tiripitío, el primero en Michoacán. Los agustinos después constituyen la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán.
Aquí en 1540, fray Alonso de la Vera Cruz Alonso establece el Colegio Mayor de la Orden Agustiniana, que empieza a dar clases al años siguiente. Se constituye conforma a los patrones educativos de las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares en España.
Algunos sitúan la fundación de la Real y Pontifica Universidad de Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo, República Dominicana, en 1538 y otros hasta 1558. Si se toma la primera fecha Tiripetío es el segundo centro de estudios superiores de América y el primero si se acepta la segunda. De 1551 es la Real y Pontificia Universidad de San Marcos, Lima, Perú, y la Real y Pontificia Universidad de México también en ese año. En 1552 se establece la Real Universidad de La Plata, Sucre, Bolivia.
Cuando se visita el conjunto conventual y lo que fue el Colegio Mayor de Tiripetío sabe que se está en un sitio donde se origina la educación superior de toda América. Impresiona. Plantea muchas preguntas. En la actualidad el sitio es un Centro Cultural de la Universidad de Michoacán. Está bien conservado.
Visitas
1984; 2007.
Fuentes consultadas
- Notas de mis visitas.
- Kubler, George. Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, FCE, México, 1983.
- Leyva Granados, Patricia. Fray Diego de Chávez y la arquitectura de la contemplación: Conventos de Triripetío y Yuririapúndaro, Archivo de la Provincia Agustiniana de Michoacán.
- Bedoya Arrollo, J.A, W Martínez Molina, E.M. Alonso Ghuzmán y J.L. Briansó Penalva. “Revisión tratadística de las proporciones empleadas en la construcción de la estructura de la iglesia de San Juan Bautista en Tiripetío, Michoacán, México. Comentario a los resultados del análisis estructural a botareles de contrafuertes y su restauración”, Revista Alconpat, Volumen 2, Número 2, Mayo-Agosto, 2012.
- El primer colegio de estudios superiores en América. http://revistas.unam.mx>article>download
- Cerda Faría, Igor. Grafitos coloniales. Imágenes sacras y seculares en el exconvento de San Juan Bautista Tiripetío, Michoacán. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, 2009.
Twitter: @RubenAguilar