Pocas figuras del actual escenario político levantan tanta polémica como el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero. Su trayectoria está plagada de incidentes que lo muestran como alguien, dicho de manera sencilla, controvertido. Como ave de tempestades, su historial muestra a un personaje capaz de perseguir sin descanso incluso a su familia política, pero a la vez es señalado como un funcionario que no da los resultados esperados, pese a la confianza presidencial.
Polémico historial
Ser el primer Fiscal autónomo en México le ha garantizado a Gertz Manero ser parte de la historia del país, un mérito que nadie le va a quitar, aunque sea más recordado por las persecuciones que ha emprendido, como Silvia Pinal, los integrantes de la Fundación Jenkins o Alejandra Cuevas pueden constatar. Roberto Rock, en El Universal, recordaba el pasado 2 de febrero de 2020 que “Gertz Manero, actualmente de 80 años, ha protagonizado ya otras crisis desde posiciones relevantes de la política”.
El columnista destacó que “en los primeros meses de la presidencia Fox, recién designado en Seguridad Pública, estuvo al centro de una confrontación que amenazó con una dolorosa debacle al primer gobierno de alternancia”, por un enfrentamiento con Adolfo Aguilar Zínser y Jorge G. Castañeda.
En el actual sexenio vuelve a suceder –como recuerda Rock— otra pugna: “Durazo respiró aliviado cuando a última hora, aquél fue nombrado encargado de la Procuraduría General de la República, y se coló luego a la fiscalía. Más recientemente, Gertz ha impulsado una confrontación con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto”.
En 2018, para la revista Siempre, tuve la oportunidad de entrevistar a Gertz a propósito de la reincorporación al organigrama federal de la Secretaría de Seguridad en el gobierno de López Obrador.
“Lo primero que debe hacer el nuevo gobierno es un diagnóstico real de cómo encuentra el país, como lo están encontrando las víctimas… no se cura a un enfermo sin un diagnóstico, y esta sociedad está siendo lastimada y herida por la injusticia y la impunidad que nos está abrumando”, señaló en esa oportunidad.
Pero ya como Fiscal, volvió a la polémica, ahora con Edgardo Buscaglia, especialista en temas de seguridad, quien –también en entrevista con quien esto escribe— apuntó: “la FGR tiene más de 50 mil carpetas de investigación al año en su edificio que, literalmente, no judicializan, ni siquiera el 10 por ciento, o sea, una víctima de trata de personas, por ejemplo, tiene que esperar 10 años para poder ver la cara de la justicia en México”.
Buscaglia explicó que la FGR de Gertz enfrenta “un problema de cortocircuitos” con otras instancias como el Poder Judicial, “hay una pésima relación” y agregó “se pelea con el código penal porque no le gusta lo de feminicidio, quiere mejorarlo, pero se pelea igual, no hay nada que mejorar, hay que aplicar la ley”.
El episodio más reciente es el encarcelamiento de Alejandra Cuevas, hija de quien fuera pareja sentimental de su hermano Federico, quien compartió para este espacio que “no sabemos cuál es el trasfondo, por qué la saña para arruinar la vida a una familia completa. Yo era una señora de casa, tenía una vida normal, en qué momento vine a parar a un infierno”.
Presa desde hace un año en Santa Martha Acatitla, Alejandra Cuevas explica: “nunca tuvimos un trato (con Alejandro Gertz) ni bueno ni malo, nunca sentimos que hubiera esta saña. Creo que aquí soy el peón, porque mi mamá por sus 94 años no puede estar en prisión, no entiendo nada y todo mundo me pregunta si hubo algo, sí se habló de dinero, pero no, porque todo pertenecía a Alejandro”.
Y pese a una trayectoria plagada de este tipo de incidentes, el Fiscal continúa en un puesto desde el cual aparece en los medios por los escándalos que provoca y no por los resultados que ofrece.