Las expresiones espontáneas de un espíritu deportivo más abierto culturalmente durante las Olimpiadas de Río 2016 han trascendido fronteras, y han sido las redes sociales el marco ideal para que este hecho fuera difundido como pólvora en todo el mundo.
Una propuesta matrimonial olímpica, dos países en guerra unidos por una selfie, incluso las diferencias culturales de oriente y occidente en el uniforme durante un partido de voleibol de playa femenino, han sido hechos históricos para el fotoperiodismo mundial.
Y son las mujeres, quienes protagonizaron estos hechos.
Primero fueron la egipcia Doaa Elghobashy y la alemana Kira Walkenhorst, que durante un partido de voleibol de playa fueron fotografiadas por la agencia Reuters.
Fueron capturadas en un simple salto, sin embargo la imagen comunica las claras diferencias entre dos culturas: mientras la atleta Kira Walkenhorst muestra su figura en un bikini, su contrincante Doaa Elghobashy aparece enfundada de tobillos a cabeza.
Las acciones también son una metáfora de lo que sucede en este contraste cultural, la egipcia intenta cruzar la pelota del otro lado de la red, mientras la alemana la detiene.
Los estándares modificados en 2012 por la Federación Internacional de Voleibol Playa (FIVB) cumplieron su objetivo: lograr una apertura cultural e incluyente al permitir en ese año el uso de mangas largas y pantalones durante los partidos.
El amor también rebasó fronteras y anotó una nueva modalidad; la primera proposición de matrimonio olímpica.
Aunque la información histórica en ese momento era la entrega de el primer oro en rugby en 92 años, las cosas cambiaron cuando Marjorie Enya, encargada del estadio Deodoro de Río de Janeiro, agarró un micrófono y declaró su amor, ante millones de personas, a Isadora Cerullo, jugadora de rugby de la selección de Brasil.
Lágrimas, un largo aplauso de los miles de espectadores y un fuerte abrazo entre Cerullo y Enya cerraron la escena que en cuestión de segundos recorrió el mundo a través de redes sociales, por momentos este hecho opacó la final de la entrega de medallas del rugby a siete femenino, momento durante el que ocurrió la propuesta matrimonial.
Con una relación de dos años, la pareja vive en São Paulo y Enya explicó a los medios que su particular forma de proponerle matrimonio a su pareja tiene por objetivo demostrar: “que el amor siempre gana”.
Y no podía faltar la selfie histórica en las Olimpiadas de Río. En esta ocasión la imagen también fue protagonizada por dos mujeres, que unieron con una fotografía a dos países que históricamente han estado en guerra.
Se trata de las gimnastas Lee Eun-ju, de Corea del Sur, y Hong Un-jong, de Corea del Norte, que durante un descanso mientras se entrenaban para las competencias, sonrieron y decidieron guardar históricamente el momento previo a la competencia en una selfie.
La imagen se dimensiona aún más ante el contexto actual que viven ambas naciones; recientemente ha aumentado la tensión entre Seúl y Pyonyang a raíz del lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte, debido a esto la imagen ya fue calificada como “la más icónica de las Olimpiadas”.
Las tres imágenes han sido retuiteadas por múltiples líderes de opinión de todo el mundo, sin embargo destacan los tuits del analista político estadounidense Ian Bremmer, que ha retuiteado cada una de estas imágenes acompañadas del mensaje: "Es por esto que se hacen los Juegos Olímpicos". El mensaje ha sido compartido más de 18 mil veces.
(Con información de BBC)
avl
