Porque considera que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que apenas presentó a trámite (cuando tendría que haberlo hecho antes del inicio de obras) y sin que haya sido autorizada, es adecuada, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) anunció que continuará con la construcción del Tren Maya.
En lo que parece ser desobediencia a la determinación del Juzgado Primero de Distrito de Yucatán, que otorgó una suspensión definitiva de las obras del Tramo 5 del Tren Maya, el Fonatur dice que la MIA que presentó y que apenas está en trámite “es un sólido documentos” e, ignorando la orden del juez, se sitúa por encima de él y declara que sólo la considerará hasta que sea resuelta de fondo la MIA.
Eso quiere decir que Fonatur continuará con la devastación de la selva sin importar el mandamiento judicial.
En la resolución del juez, la razón principal para otorgar la suspensión definitiva es que Fonatur no ha presentado la Evaluación de Impacto Ambiental sino apenas una solicitud, lo que es el inicio de un procedimiento, lo que prácticamente acepta Fonatur.
Porque el juez consideró que la realización de las obras significa un peligro inminente de que se ejecute con daños irreversibles, ordenó a Fonatur y a Fonatur Tren Maya “suspender o paralizar cualquier acto que tenga como finalidad la continuación de la construcción del Tramo 5 Sur del Proyecto Tren Maya —con trazo de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo—, de modo que no se permita la ejecución de obras relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implique su ejecución material”.
Sin embargo, en franco acto de rebeldía, en un comunicado Fonatur anuncia que “continuará obra de Tren Maya para orgullo del pueblo de México”, bajo la argucia de que el propio Fondo considera que la MIA que presentó es buena (por decirlo así), pese a que no ha sido autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El Fonatur resolvió sobre la determinación del juez, a su vez y sin ningún alegato jurídico, que la suspensión sólo será “definitiva” (las comillas son del propio Fondo) hasta que se resuelva la MIA, pese a que eso fue advertido por el Juzgado: que apenas está en trámite.
Según el propio Fonatur, el documento que presentó como MIA es “sólido” y que allí se integran los posibles impactos de la obra y las acciones de mitigación que se sumarán a las que ya están en marcha, además de que presume que es pública y para ello puso un vínculo a ella. Pero a todo eso está obligado por la ley, no es un generoso acto que se pueda ahorrar si así lo dispone.
En una alabanza a su propio documento, el Fonatur dice que su MIA tiene más de 4 mil fojas y que en él participaron expertos de amplio prestigio, y además considera que existen suficientes elementos para que sea aprobada. Sin embargo, no explica cómo inició las obras sin haber obtenido la autorización respectiva.
Sobre esto último y en respuesta al Fonatur, Gemma Santana, de la organización Selvame del Tren, difundió en su cuenta de Twitter un mensaje en video dirigido a Javier May, director del Fondo, y al equipo del Tren Maya, en el que dice: “Hay que leer bien la Ley de Equilibrio Ecológico: el tren no puede continuar si viola la Ley de Equilibrio Ecológico. Está en el artículo 57; léanlo bien: ya cometieron un delito. La MIA se presenta antes de iniciar la obra”.