México es el segundo país con más periodistas asesinados en 2022, con 11 (16 por ciento) de 67 que han sido ultimados en el mundo, según los datos de la Federación Internacional de Periodistas (FIP). En 2021 también había sido segundo lugar, con ocho; sumados ambos años, es el país más mortal para los comunicadores.
Al presentar su reporte anual mundial de reporteros asesinados por su labor, la organización internacional informó que durante 2022 se han registrado 67 homicidios de comunicadores, lo que significa un aumento de 42 por ciento respecto a los 47 del año pasado. Anteriormente la cifra iba a la baja.
La FIP reporta que los crímenes contra comunicadores se han cometido en 21 países; donde más se han registrado es en Ucrania tras la invasión rusa, con 12; sigue en la funesta lista México, con 11, caso del que destaca “el dominio del terror de las organizaciones criminales”.
Los periodistas mexicanos que enlista la FIP son los siguientes: Margarito Martínez Esquivel, Lourdes Maldonado López, Roberto Toledo, Heber López Vázquez, Juan Carlos Muñiz y Armando Linares López.
También incluye a Luis Enrique Ramírez Ramos, Yesenia Mollinedo Falconi, Sheila Johana García Olivera, Antonio de la Cruz y Fredid Román.
En 2021 México también había quedado en segundo lugar en el informe de la FIP con ocho periodistas asesinados (17 por ciento), sólo por abajo de Afganistán. Sumados 2021 y 2022, México es el país con más comunicadores ultimados, con 19.
Los siguientes países con más periodistas asesinados en 2022 son Haití, con seis, y Pakistán y Tanzania, con cinco.
Por regiones, América lidera con 29 crímenes; Asía Pacífico, 15; Europa, 14; Oriente Medio y Mundo Árabe, cinco, y África, cuatro.
Ante el incremento de los homicidios contra periodistas, Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, manifestó que es “motivo de grave preocupación” y significa “una nueva llamada de atención a los gobiernos de todo el mundo para que actúen en defensa del periodismo, un pilar fundamental de la democracia”.
El documento de la FIP también reporta que en el mundo hay cuando menos 375 trabajadores de la comunicación en prisión. Los países que destacan en esa represión son China, con 84; Myanmar, 64; Turquía, 51; Irán, 34, y Bielorrusia, 33.
